El COE confirma su deceso entre las víctimas del trágico derrumbe ocurrido la madrugada del martes.
Santo Domingo.- El Centro de Operaciones de Emergencias (COE) confirmó a las 6:10 de la mañana de este miércoles el hallazgo del cadáver del reconocido merenguero dominicano Rubby Pérez, quien se encontraba entre los escombros del emblemático centro de diversión Jet Set, tras el colapso de su techo durante un concierto en la madrugada del martes 8 de abril.
La información fue ofrecida por el vocero del COE, el general retirado Juan Manuel Méndez, quien además notificó que la cifra de víctimas mortales asciende a 113. Según explicó, no se han producido nuevos traslados de heridos desde las 3:00 de la tarde del martes, aunque el total de personas atendidas y movilizadas alcanza ya las 155.
Murió cantando entre los escombros
Rubby Pérez, considerado una de las voces más emblemáticas del merengue, falleció mientras se encontraba ofreciendo un concierto.
Según su hija, la también cantante Zulinka Pérez, el artista logró ser ubicado por los rescatistas porque comenzó a cantar mientras se encontraba atrapado bajo los escombros.
“Fue porque estaba cantando atrapado que lo ubicaron”, señaló la joven, visiblemente afectada.
Una vida dedicada al merengue
Nacido en el municipio de Haina en 1956, Rubby Pérez se convirtió en una de las figuras más queridas y respetadas de la música tropical dominicana. Su nombre artístico le fue dado por su abuela materna, y desde muy joven mostró una vocación definida hacia la música.
Se formó en el Conservatorio Nacional de Música, donde aprendió piano y guitarra, instrumentos que complementaban su poderosa voz, la que más tarde sería conocida como “la voz más alta del merengue”.
Antes de dedicarse completamente al arte, Rubby soñaba con convertirse en beisbolista profesional. Sin embargo, un accidente automovilístico le causó daños severos en una pierna, truncando esa posibilidad.
Su hermano menor, Neifi Pérez, sí logró llegar a las Grandes Ligas del béisbol, cumpliendo así parte de ese sueño familiar.
El país despide a un ícono del merengue que, hasta el último instante, mantuvo viva su pasión por la música.