El régimen norcoreano condena la decisión de Donald Trump de agilizar la venta de armamento, calificándola de hipócrita y belicista.
Pyongyang, Corea del Norte.- El Gobierno de Corea del Norte manifestó este domingo su enérgico rechazo a la reciente orden ejecutiva firmada por el presidente estadounidense Donald Trump, mediante la cual se flexibilizan las normas de exportación de armas.
Según una nota difundida por la agencia estatal norcoreana KCNA, esta medida constituye una estrategia para “expandir la guerra” y afianzar la hegemonía global de Washington a través del comercio de armamento.
“Estados Unidos se presenta como un ‘mediador’, recomendando diálogo y negociación, mientras en la práctica inunda al mundo con armas de destrucción masiva, alentando a los belicistas a prolongar los conflictos”, criticó el régimen, señalando que el destino final de estos equipos militares serían principalmente “países belicistas de Europa y Oriente Próximo”.
Orden ejecutiva para reformar el sistema de exportación de armas
La medida aludida fue firmada por Trump el pasado 9 de abril, con el objetivo de revisar y modernizar las regulaciones actuales sobre la venta de armamento estadounidense en el extranjero.
Según la Casa Blanca, la reforma busca “fortalecer las capacidades de seguridad de nuestros aliados e impulsar la base industrial de defensa” del país.
El nuevo enfoque plantea, entre otras cosas, la simplificación de trámites burocráticos, el fomento de la cooperación con el sector privado y la inclusión de especificaciones para exportación desde la etapa de diseño de los productos militares.
Reacción norcoreana y contexto geopolítico
Para Corea del Norte, sin embargo, esta política representa una amenaza directa a la estabilidad internacional.
En palabras de KCNA, constituye una “doble moral” del Gobierno estadounidense, que, según afirma, promueve el desarme solo cuando le conviene, mientras fortalece sus vínculos militares con potencias aliadas y profundiza conflictos regionales.
El pronunciamiento ocurre en un contexto de alta tensión en la península coreana y con la comunidad internacional observando con recelo el relanzamiento de programas armamentísticos tanto en Pyongyang como en otras regiones estratégicas del planeta.