La vicepresidenta del PLD advierte que los tiempos de respuesta del 9-1-1 han aumentado en más de un 50 %, mientras las denuncias por robos se disparan y se profundiza la desconfianza ciudadana hacia las instituciones encargadas de la seguridad.
Santo Domingo. – La vicepresidenta del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Zoraima Cuello, denunció este miércoles un grave deterioro en el funcionamiento del Sistema Nacional de Atención a Emergencias y Seguridad 9-1-1, al tiempo que advirtió sobre el incremento sostenido de la criminalidad y la inseguridad en diversos puntos del país, en especial en zonas urbanas con alta densidad poblacional.
Durante su participación en el programa Panorama de la Mañana, Cuello expuso que, de acuerdo con información obtenida mediante solicitudes formales sustentadas en la Ley de Libre Acceso a la Información Pública, el tiempo promedio de despacho de las unidades de emergencia ha sufrido un aumento superior al 50 %, lo que compromete directamente la capacidad de respuesta ante incidentes críticos que ponen en riesgo la vida de los ciudadanos.
Emergencias sin respuesta y sistema desarticulado
Cuello señaló que el sistema 9-1-1 ha comenzado a desligarse públicamente de la responsabilidad sobre los tiempos de actuación de las instituciones que lo componen, como la Policía Nacional y el Ministerio de Salud Pública.
Esta actitud —dijo— no solo evidencia una fractura en la coordinación interinstitucional, sino que va en contra de la naturaleza del sistema, concebido como una estructura integrada de respuesta rápida, articulada y eficiente.
“No se trata solo de tiempos más lentos. Estamos frente a una estructura que comienza a deshacerse desde dentro, con instituciones que operan de forma descoordinada, sin asumir compromisos comunes y sin mecanismos de evaluación transparente”, afirmó.
Aumento de llamadas por robos y percepción de inseguridad
La dirigente del PLD reveló que las estadísticas correspondientes al año 2024 muestran un aumento significativo en las llamadas al 9-1-1 relacionadas con hechos delictivos, en particular robos y asaltos.
Estas cifras, según indicó, reflejan un agravamiento de la situación de seguridad ciudadana, agravada por la falta de presencia policial efectiva en muchas comunidades.
“El crecimiento de las denuncias por robos es un indicador directo de la fragilidad del control territorial. En varios barrios del Gran Santo Domingo, la delincuencia ha retomado espacios que las instituciones del orden ya no están en capacidad de proteger”, sostuvo.
Además, Cuello reveló que los niveles de satisfacción de los usuarios del sistema han experimentado una caída sostenida en los últimos dos años, en lo que calificó como “un deterioro palpable, documentado y reconocido incluso por informes internos”.
La Policía, institución peor valorada
A esto se suma, señaló Cuello, el hecho de que la Policía Nacional continúa siendo la institución pública con menor nivel de confianza entre la población, según múltiples encuestas de opinión.
Esta percepción —dijo— afecta no solo la credibilidad del cuerpo del orden, sino la efectividad de cualquier estrategia que pretenda enfrentar el auge del crimen desde el enfoque policial.
“La ciudadanía ya no solo teme al crimen, teme además no ser escuchada, no ser asistida y no ser protegida. Ese es el nivel de abandono institucional que se ha instalado”, puntualizó.
Advertencia internacional de los Estados Unidos
En su intervención, Cuello también hizo referencia a la más reciente alerta emitida por el Departamento de Estado de los Estados Unidos, que advierte a sus ciudadanos sobre el incremento de los delitos violentos en República Dominicana y los insta a tomar precauciones al visitar el país.
Según indicó, este tipo de advertencias tiene un impacto directo en la imagen internacional del país, en el turismo y en la confianza de potenciales inversionistas.
“No se puede ignorar el hecho de que esta alerta compromete la percepción de seguridad y estabilidad. Si desde el extranjero ya se percibe un clima de creciente inseguridad, ¿cómo esperan las autoridades seguir promoviendo el país como un destino seguro?”, cuestionó.
Exige revisión profunda del sistema
Finalmente, la dirigente política instó al Gobierno a revisar con urgencia el modelo de operación del sistema 9-1-1, reestablecer los mecanismos de coordinación entre instituciones, y asumir la seguridad ciudadana como una prioridad transversal en la gestión pública.
“La seguridad no puede seguir siendo tratada como un tema de propaganda. Se trata de vidas humanas. Hay que tomar decisiones técnicas, institucionales y operativas, antes de que el colapso del sistema se convierta en una tragedia nacional”, concluyó.