El impacto de algunos proyectiles en Tel Aviv reaviva el debate sobre la efectividad de la Cúpula de Hierro y los sistemas en capas
Tel Aviv. – La noche del viernes marcó un nuevo y peligroso episodio en el conflicto de Medio Oriente cuando Irán lanzó una ofensiva con misiles balísticos contra territorio israelí, impactando parcialmente en la ciudad de Tel Aviv, a pesar de la intervención de los sofisticados sistemas de defensa antiaérea del Estado hebreo.
El ejército de Israel confirmó la interceptación de “la gran mayoría” de los misiles lanzados por Irán, aunque reconoció que algunos lograron alcanzar edificios en zonas urbanas, provocando daños y lesiones.
Al menos 15 civiles fueron atendidos en hospitales de la capital israelí, según reportes médicos preliminares. Un periodista de The Associated Press observó columnas de humo elevándose en la ciudad tras el ataque.
Un sistema multicapas bajo presión
Desde el inicio del conflicto el 7 de octubre de 2023, Israel ha enfrentado ataques provenientes de Gaza, Líbano, Siria, Irak, Yemen e Irán.
Estos ataques han incluido una variedad de amenazas aéreas, desde cohetes de corto alcance hasta misiles balísticos y drones explosivos.
No obstante, el asalto del viernes supuso una exigencia singular para su sistema antiaéreo, considerado uno de los más complejos del mundo.
El sistema de defensa israelí está compuesto por una red en capas:
La Flecha (Arrow): Diseñado para interceptar misiles balísticos de largo alcance como los utilizados por Irán. Opera fuera de la atmósfera terrestre y ha sido desplegado contra misiles lanzados por los hutíes desde Yemen.
La Honda de David (David’s Sling): Enfocada en interceptar misiles de mediano alcance, particularmente de grupos como Hezbollah en el sur del Líbano. Este sistema ha tenido múltiples activaciones durante la guerra en curso.
Cúpula de Hierro (Iron Dome): Es el componente más conocido y probado, eficaz contra cohetes de corto alcance. Ha registrado miles de intercepciones desde su implementación, con una tasa de éxito que supera el 90%, según datos del gobierno israelí.
Rayo de Hierro (Iron Beam): Aún en fase de desarrollo, este sistema láser promete una revolución en la defensa aérea por su bajo costo operativo. Mientras una intercepción con la Cúpula de Hierro puede superar los 50,000 dólares, y otras del sistema Arrow pueden costar hasta 2 millones por misil, el Rayo de Hierro podría reducir ese costo a unos pocos dólares. Sin embargo, aún no está listo para su implementación.
Ayuda estadounidense y capacidades locales
Fuentes del gobierno estadounidense indicaron que sistemas terrestres de defensa aérea de EE.UU. desplegados en la región participaron en la interceptación de misiles iraníes, aunque subrayaron que la mayor parte de la defensa fue ejecutada por Israel.
A lo largo de décadas, Israel ha invertido en el desarrollo de una arquitectura antiaérea que se activa únicamente cuando un proyectil se dirige hacia centros urbanos o infraestructuras estratégicas, evitando así costos innecesarios y optimizando la respuesta militar.
Autoridades israelíes han advertido reiteradamente que ningún sistema es infalible, aunque insisten en que su eficacia ha sido clave para evitar una mayor cantidad de víctimas y destrucción.
Escalada y tensión regional
El ataque desde Irán refuerza el carácter transnacional del conflicto, ampliando el rango de amenazas que debe enfrentar Israel. La acción balística no solo incrementa la tensión entre ambos países, sino que introduce nuevas variables en la ecuación geopolítica del Medio Oriente, donde cada acción militar repercute en una red compleja de alianzas y confrontaciones indirectas.
La comunidad internacional, por su parte, ha comenzado a emitir llamados a la contención ante el temor de una escalada mayor que arrastre a más países y actores no estatales a un conflicto de proporciones regionales.