Contra el autodenominado “detective” pesan varias órdenes de arresto por presuntos delitos de difamación y extorsión
Puerto Plata.– El controversial comunicador y autoproclamado detective Ángel Martínez fue arrestado este lunes tras arribar a territorio dominicano a bordo de un crucero que hizo escala en el puerto de Puerto Plata.
La detención se produjo momentos después de que el también youtuber descendiera de la embarcación, pese a que sobre él pesan múltiples órdenes de arresto emitidas por las autoridades judiciales del país.
Martínez, conocido por sus publicaciones polémicas y sus acusaciones contra figuras públicas, descendió del crucero y grabó un video que difundió a través de sus redes sociales, en el que aseguraba estar en Santo Domingo y se burlaba del sistema judicial, afirmando que no le ocurría “absolutamente nada”.
Luego de ese pronunciamiento, y tras haber vuelto a subir a la embarcación, fue intervenido por una unidad de la Armada de República Dominicana, que ejecutó su detención bajo las instrucciones de las autoridades competentes.
Posteriormente, fue conducido a una base de retención en Puerto Plata, donde permanece bajo custodia, a la espera de ser trasladado en las próximas horas a Santo Domingo, donde deberá responder judicialmente por los cargos que se le imputan.
Fuentes oficiales han confirmado que sobre Ángel Martínez pesan varias órdenes judiciales por presuntos delitos de difamación y extorsión, presentadas por personas e instituciones afectadas por los señalamientos que el comunicador ha realizado en sus plataformas digitales desde el extranjero.
Hasta el momento, ni la Procuraduría General de la República ni la Dirección General de la Armada han ofrecido declaraciones públicas sobre el procedimiento de traslado o el estado legal de Martínez.
Se espera que en las próximas horas se emita un informe oficial que detalle las condiciones de su arresto, así como el curso que seguirá el proceso judicial en su contra.
El arresto ha generado reacciones inmediatas en redes sociales, donde seguidores y detractores del comunicador debaten sobre el alcance de la libertad de expresión y los límites legales en el uso de plataformas digitales para emitir acusaciones sin respaldo judicial.