¿Amor y Lealtad? ¿Podrían estar juntas estas palabras? O acaso ¿Necesitamos lealtad para amar, o más bien necesitamos lealtad para poder amar? La verdad es que cuando decidimos amar a una persona, lo hacemos de corazón, sino realmente no es amor, y para ello necesitamos ser leal a esa persona que amamos. Cuando de verdad lo amas ni siquiera te sientes capaz de ocultarle las cosas, no encuentras la necesidad de engañar a esa persona, buscas no lastimarla por nada del mundo, aún sabiendo que puedes evitar contar ciertas cosas. La lealtad implica un compromiso con otra persona. Por eso siempre preferimos una pareja que nos sea leal y que podamos confiarle nuestras cosas y que a su vez pueda convertirse en más que una compañía, que sea tu amigo.
Cuando amas de verdad nunca cambias, no te conviertes en una persona totalmente diferente. En realidad no nos interesa ser otra persona, siempre queremos ser la misma que enamoró a nuestra pareja. Un amor leal es aquel que siempre está dispuesto a estar a tu lado, que no te abandona porque te encuentras sin empleo, porque estás enferma o porque simplemente dejaste de ser la persona que eras antes. Una pareja que sabe amar siendo leal, estará siempre en esos desafíos que la vida te pone, circunstancias buenas y malas, convirtiéndose en un amor fiel.
Solo el que trata con amor es atendido con lealtad, a diario vemos muchas personas hablando de “amor” y de “lealtad” y muchas de esas personas dicen practicar ambas palabras; sin embargo, cuando llega el momento de la verdad, todas estas palabras se dispersan en el viento como cuando soplas gofio; porque la lealtad está basada en el respeto y el respeto no es más que el fruto del amor, del cariño más sincero que una persona puede expresarle a otra.
Porque hablar de lealtad y amor va más allá que dos simples palabras; la lealtad significan respeto, aceptación y tolerancia, mas nunca traiciones; y ella junto al amar debe estar unida siempre para poder construir ese amor verdadero, sin lealtad no existe amor. La lealtad es el mecanismo más auténtico de conectar con alguien, a la vez que con nosotros mismos. Es vital que seamos leales a nuestros instintos e intuiciones, a nuestros valores así como a las personas que nutren y dan forma a nuestro corazón.
Es tiempo de reflexionar, de darnos un momento a solas y examinar si realmente estamos siendo leales a esa persona que decimos amar, toda vez que un corazón que es capaz de tratarse a sí mismo y a los demás con respeto y cariño, tiene la oportunidad de motivar a ambientes armónicos, y a su vez nos brinda la oportunidad de construir lazos mas leales y felices.