“Bendice alma mía a Jehová y bendiga todo mi ser su santo nombre, bendice alma mía a Jehová y no olvides ninguno de sus beneficios” (Sal.103:1-2)
1. DE LA PALABRA DE DIOS
– Prov.3:1: “Hijo mío no te olvides de mi ley…”.
Los grandes fracasos espirituales vienen por desconocer o descuidar la Palabra de Dios. Pero hay plena seguridad y victoria garantizada para aquellos que atesoran su Palabra, no solo en la mente sino en el corazón.
2. DE DÓNDE DIOS NOS SACÓ
– Deuteronomio 6:12: “Cuídate de no olvidarte de Jehová, que te sacó de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre”.
Es necesario recordar EN TODO TIEMPO que nada éramos sin Dios y nada somos sin él. Dios no quiere que recordemos el pasado para lamentarnos, Él quiere que recordemos de dónde Él nos sacó para que valoremos el lugar que nos ha dado.
3. DE TU LLAMADO Y PROPÓSITO DE VIDA
– Filipenses 3:14: “Prosigo a la meta, al premio del suprema llamamiento de Dios en Cristo Jesús”.
Nunca podremos despegarnos de aquello que es nuestra esencia porque es la vida misma. No huyas de tu llamado porque nunca estarás satisfecho (a) hasta que cumplas aquello para lo cual has sido escogido (a).
CONCLUSIÓN
Cuando olvidamos la Palabra de Dios nos desenfocamos; cuando olvidamos de dónde Él nos sacó nos enaltecemos; cuando olvidamos sus promesas nos debilitamos y cuando olvidamos nuestro propósito corremos el peligro de desviarnos y perdernos.
Pero Dios hoy te dice ¡LEVÁNTATE y vuelve al camino correcto!
“Oramos para que se avive el fuego del don de Dios en sus corazones”
Clara E. García
Es Por Su Gracia.-