El proceso incluye el diseño de un nuevo centro para internos preventivos y la reubicación progresiva de la población carcelaria a Las Parras.
Santo Domingo. – El Gobierno dominicano inició el proceso técnico que marcará el cierre definitivo del Centro Penitenciario de La Victoria, como parte de una estrategia integral orientada a la transformación profunda del sistema carcelario nacional.
Este levantamiento se enmarca dentro de las acciones impulsadas por la Oficina Presidencial de Apoyo a la Reforma Penitenciaria (ONAPREP), en coordinación con el Ministerio de Vivienda y Edificaciones (MIVED) y la Oficina Nacional de Evaluación Sísmica y Vulnerabilidad de Infraestructuras y Edificaciones (ONESVIE).
La intervención actual contempla un diagnóstico estructural completo del recinto penitenciario, mediante el trabajo conjunto de ingenieros civiles, arquitectos, agrimensores, especialistas en infraestructura y personal electromecánico, quienes evalúan las condiciones físicas de las instalaciones, con el objetivo de determinar qué espacios pueden ser rescatados y cuáles deben ser demolidos por completo.
Como parte del replanteamiento del espacio, se proyecta la construcción de un nuevo centro penitenciario de menor escala, destinado exclusivamente a internos en condición preventiva.
Este nuevo recinto seguirá los lineamientos del modelo penitenciario reformado, con operatividad a cargo de personal civil capacitado a través del Instituto Superior Especializado de Estudios Penitenciarios y Correccionales (INSEEPENC), antigua Escuela Penitenciaria.
El levantamiento técnico coincide con la ejecución del plan de traslado gradual de internos al nuevo Centro Penitenciario Las Parras, ubicado en el municipio de Guerra, con capacidad para 2,400 reclusos.
Esta medida busca descongestionar La Victoria y poner fin al histórico hacinamiento y las condiciones de insalubridad que han sido objeto de denuncia nacional e internacional.
El cierre del penal más emblemático del país representa un hito en la modernización del sistema penitenciario, que busca pasar de un modelo represivo a uno de rehabilitación y reinserción, en sintonía con los estándares de derechos humanos y seguridad pública.