Ubicado en la costa norte de la provincia María Trinidad Sánchez, Río San Juan emerge como uno de los destinos turísticos más encantadores y auténticos del Nordeste dominicano.
Este municipio, de alma caribeña y esencia marina, seduce a quienes lo visitan por su naturaleza exuberante, su gastronomía costera, la calidez de su gente y una tranquilidad que difícilmente se encuentra en otros polos turísticos más desarrollados.
A pesar de su tamaño, Río San Juan ofrece una experiencia integral que combina aventura, descanso, cultura y sabor.
Con una infraestructura hotelera en expansión, playas de belleza inigualable y una variedad de opciones gastronómicas que deleitan hasta los paladares más exigentes, este municipio se posiciona como una joya aún por descubrir para el turismo nacional e internacional.
Capacidad hotelera: encanto local con lujo exclusivo
Río San Juan cuenta con una capacidad hotelera estimada en 140 habitaciones, distribuidas en hoteles, villas, apartamentos turísticos y alojamientos familiares.
Si bien no se trata de una zona saturada de grandes resorts, la oferta actual prioriza la exclusividad, la integración con el entorno natural y la atención personalizada.
Uno de los íconos del turismo de lujo en la zona es el hotel Amanera, ubicado sobre los acantilados de Playa Grande. Este resort de clase mundial combina el diseño minimalista con servicios de primera, atrayendo a celebridades y visitantes de alto perfil.
En la misma playa se encuentra The Balaji Palace, una majestuosa villa de estilo colonial con vista al mar, ideal para bodas, retiros y viajes familiares.
Para los viajeros que prefieren una experiencia más accesible, pero sin sacrificar comodidad, existen opciones como el Hotel Bahía Blanca o el Hotel Río San Juan, ubicados en el centro del municipio y con fácil acceso a las principales atracciones turísticas.
También proliferan las villas turísticas y los alojamientos tipo Airbnb, que ofrecen desde casas frente al mar hasta estudios acogedores con cocina y terraza, permitiendo al visitante integrarse al ritmo pausado del pueblo.
Gastronomía: una fusión de mar, coco y tradición dominicana
El sabor del mar define la cocina de Río San Juan. Los pescados y mariscos recién sacados del agua se combinan con técnicas tradicionales y productos locales, en especial el coco, el plátano y las especias criollas, para crear platos que resumen la esencia del Caribe.
Uno de los platos más representativos es el pescado frito con tostones, servido en los quioscos de Playa Caletón o en restaurantes como Las Puertas del Paraíso. Otro clásico es el moro de guandules con coco, una preparación cremosa y fragante que refleja la influencia de la cocina nordestana.
Para los amantes de los sabores robustos, el sancocho y la bandera dominicana (arroz, habichuelas y carne guisada) son opciones disponibles en la mayoría de los establecimientos locales.
La oferta gastronómica se complementa con propuestas más internacionales como Café de Paris, que fusiona la cocina francesa con ingredientes caribeños, y El Mangle Restaurante, que combina buena atención, ambiente acogedor y un menú variado.
En todos ellos, la experiencia va más allá de la comida, pues suele acompañarse de vistas al mar, música suave y la brisa marina como telón de fondo.
Atractivos turísticos: naturaleza viva y experiencias inolvidables
Río San Juan ofrece al visitante una diversidad de paisajes y actividades que permiten tanto la contemplación como la aventura. La Laguna Gri Gri es uno de sus mayores tesoros naturales.
Rodeada de manglares y hogar de diversas especies de aves, esta laguna es ideal para paseos en bote, recorridos fotográficos y contacto directo con la biodiversidad costera.
Otra de las joyas del municipio es Playa Caletón, una pequeña ensenada de aguas tranquilas, perfectas para nadar y practicar esnórquel. A poca distancia se encuentra Playa Grande, considerada una de las mejores del país por sus amplias arenas doradas y fuerte oleaje, lo que la convierte en un destino predilecto para surfistas.
También destacan Playa Preciosa, más aislada y exótica; y lugares como El Hoyito Natural, una piscina natural entre formaciones rocosas donde los más atrevidos disfrutan de clavados y chapuzones.
Para los amantes del golf, el Campo de Golf Playa Grande, diseñado por el reconocido arquitecto Robert Trent Jones, es una parada obligatoria. Con sus 10 hoyos frente al mar, se ha ganado un lugar entre los mejores campos de Latinoamérica.
En las noches, el pueblo cobra vida con actividades culturales, música en vivo y el calor de su gente. Caminar por el malecón, observar los pescadores, conversar con los artesanos locales o simplemente dejarse llevar por la serenidad del entorno, son experiencias tan valiosas como cualquier excursión.
Río San Juan como marca turística del Nordeste
A diferencia de otros destinos dominicanos más comercializados, Río San Juan conserva un espíritu auténtico. Aquí no hay prisas ni multitudes, sino un ritmo de vida pausado que permite redescubrir el valor de lo simple.
La combinación de su entorno natural, su gastronomía fresca y su creciente infraestructura turística le otorgan un potencial enorme para posicionarse como un destino de turismo sostenible, cultural y de naturaleza.
Desde el gobierno local y el sector privado se promueve una visión de desarrollo basada en la protección del entorno, la integración comunitaria y el fomento del turismo como motor económico. Festividades como el Carnaval de Río San Juan, eventos gastronómicos y actividades ecoturísticas refuerzan ese enfoque.
Río San Juan es más que una playa. Es historia, es sabor, es cultura viva. Es un lugar donde la tierra y el mar dialogan con armonía, donde cada visitante es recibido como uno más del pueblo, y donde el turismo tiene rostro humano. Quien lo visita, no solo encuentra un destino, encuentra un hogar junto al mar.
Por Amaury Reyna Liberato, CEO de ElNaguero.com