Una mujer falleció tras semanas hospitalizada, mientras continúan las investigaciones y las querellas por la tragedia más letal en décadas en República Dominicana.
Santo Domingo.- El número de fallecidos por el derrumbe del techo en la discoteca Jet Set ocurrido el pasado 8 de abril ascendió este viernes a 233, luego del deceso de una mujer de 35 años que permanecía ingresada en una clínica de San Cristóbal debido a complicaciones derivadas de sus heridas.
La víctima, cuya identidad no fue revelada por sus familiares, había sido trasladada desde la capital tras sufrir lesiones de gravedad que derivaron en fallos renales.
El colapso, considerado la peor tragedia en espacios públicos del país en décadas, ocurrió mientras el merenguero Rubby Pérez —quien también murió en el lugar— se presentaba ante cientos de asistentes.
De acuerdo con los reportes oficiales, 221 personas murieron de manera instantánea dentro del local, mientras que el resto ha fallecido en centros hospitalarios.
Canal de atención y múltiples nacionalidades entre las víctimas
A casi un mes del suceso, el Jet Set ha dispuesto un canal de atención directa para brindar apoyo a las víctimas sobrevivientes y a los familiares de los fallecidos. Sin embargo, las querellas contra los responsables del establecimiento continúan acumulándose.
Entre los fallecidos se encuentran figuras públicas como el exbeisbolista de Grandes Ligas Octavio Dotel, la gobernadora de Montecristi Nelsy Cruz, el diseñador Martín Polanco y uno de los hijos del exsenador y exministro de Obras Públicas, Eduardo Estrella.
También se reportó la muerte de al menos 18 ciudadanos venezolanos, además de víctimas de nacionalidades francesa, haitiana, colombiana, italiana, keniana, costarricense y personas con doble nacionalidad hispano-dominicana.
Investigaciones en curso y declaraciones del propietario
El presidente Luis Abinader reiteró la necesidad de esclarecer las causas del colapso, indicando que el país merece respuestas claras sobre «qué pasó, por qué pasó y cómo pasó».
Por su parte, el propietario del establecimiento, Antonio Espaillat, presidente del grupo RCC Media, admitió en una entrevista concedida el 23 de abril al programa El Día de Telesistema que los plafones del techo “siempre” se caían y que incluso el mismo día del accidente algunos fueron reemplazados. Reconoció además que el techo nunca fue sometido a una evaluación técnica, pese a las constantes filtraciones.
Las investigaciones sobre la tragedia están a cargo de la Procuraduría General de la República y de la Oficina Nacional de Evaluación Sísmica y Vulnerabilidad de Infraestructura y Edificaciones (Onesvie), las cuales continúan levantando información técnica y testimonios sobre el colapso.