Desde Mata del Agua, La Piragua, Tizón, Guarapo, Quebrada Amarilla, Mata Bonita, Los Jengibres, Cruce de las Gordas, entre otras zonas aledañas, solo se escuchaba un grito de gratitud y respiro de aliento de esperanza por quienes las calles tomaron o desde sus casas salían a expresar lo que sentían, porque finalmente, luego de 50 años, les había sido construida y entregada la carretera que condenados los tenía a vivir y comer del polvo y la piedra.
Y es que al parecer, unos 50 años más tarde, tendría que haber llegado alguien que se decidiera a transitar la carretera de Las Gordas – Los Jengibres de María Trinidad Sánchez, para que finalmente comprendiera, como Jefe de Estado, que lo que allí tanto se demandaba no era capricho de unos pocos, sino el deseo de todo un pueblo que soñaba con que el polvo, como compaña de su comida, desapareciera del plato.
Más de 12 kilómetros caminaron algunos para agradecer al presidente por haber hecho su trabajo y a Dios por haber iluminado la mente de aquel que habría encontrado la voluntad para cambiar el polvo por pollo, aunque a veces para comprarlo, quienes antes se comían ese polvo, dinero no tengan.
Aunque hay quienes aseguran que no hay razón para aplaudir y celebrar el trabajo que en dicha carretera se realizó, pues para eso pagamos impuestos y financiamos la nómina pública, nos sumamos a las voces de quienes el sábado pasado se dieron la tarea de realizar su caminata como forma de gratitud por la obra, pero al mismo tiempo, les invitamos a seguir caminando, a transitar unos kilómetros más y llegar hasta el “calichecón” de Nagua, para que con esa misma fuerza que celebran, también demanden la construcción de una obra prometida y que al parecer, a los gobiernos que hemos tenido en los últimos 20 años, el tiempo no le ha sido suficiente para pasar de las promesas a los hechos.
Mientras unos caminaban agradecidos, otros, molestos e inconformes, partieron un bizcocho y celebraron una especie de fiesta de cumpleaños a una obra prometida que ya alcanza la mayoría la edad… ¡Que contraste! Ojalá y no haya que esperar 50 años para verla hecha realidad.
Así como resultado de una visita sorpresa hoy contamos con esa carretera de Las Gordas – Los Jengibres, esperemos pues que la palabra empeñada del central gobierno no quede una vez más en el olvido y que permita pues que, esos que vendrán al centro del pueblo sobre asfalto y que el polvo esperamos solo quede en su recuerdo, también le construyan su malecón, para evitar que el mismo mar que embellece a Nagua, lo desaparezca.
Carlos Machuca
Es periodista. Conductor del programa Naguero Radio que se transmite cada sábado por Trébol y Jefe de Redacción del Naguero.com