Profesionalización y Dignificación son dos puntos esenciales de cualquier proceso de reforma policial que se lleve a cabo en cualquier parte del mundo. El primero, debe abordar el tema educativo de forma integral para dar al traste con un cuerpo especializado y con ciertos criterios técnicos y educativos que le ayuden a cumplir con su misión de proteger, salvaguardar y ofrecer seguridad ciudadana a la gente de un país.
De otro lado se encuentra la dignificación de quienes están llamados a servirle a la gente y garantizarle seguridad ciudadana, esto implica mejora salarial, dotación de seguro médico para si y sus familiares, entre otros beneficios que logren dar tranquilidad a quien la tranquilidad debe garantizar en las calles del país en el que sirven.
Recientemente el ministro Jesús Antonio Vásquez Chu, continuó poniendo el cascabel al gato en materia de transformación de todo el sistema de seguridad ciudadana del país, al anunciar que habría recibido de parte de la Armada Dominicana modernas instalaciones en calidad de préstamo y que serán utilizadas para implementar una nueva escuela de formación policial en República Dominicana.
Un hecho que viene a apoyar el trabajo que desde hace un tiempo viene realizando el doctor Roberto Santana, quien fue instruido por el señor presidente Luis Abinader para que trabajara en el relanzamiento del instituto técnico de la policía nacional.
Como punto de inicio se plantea que, en dicho espacio, sean capacitados 1000 nuevos agentes quienes, a lo largo de un año, recibirán la capacitación necesaria para ofrecer servicios de calidad a la población dominicana.
La educación policial es un hecho y comienza a ser una realidad, puntos luminosos de todo este proceso de reforma que pudiera ser definido como un hito sin precedente en el país, partiendo de las viejas y fracasadas experiencias puestas en marcha en materia de seguridad ciudadana por gobiernos pasados.
La seguridad es fundamental para nuestro desarrollo y ella solo se alcanzará mejorando las capacidades de nuestros agentes, rentrenándoles y estableciendo planes, programas y proyectos que preparen mejorar a cada agente policial que intervendrá en nuestras calles.
El tiempo de contratar y enviar agentes a barrios, pueblos y sectores, sin la debida preparación y supervisión al parecer ha terminado y qué bueno que así sea, esperemos que, de la misma forma, la realidad que se vive en los mas de 900 cuarteles policiales que hay en todo el país sea también mejorada y cambiada.
Tire pa´lante Chú Vásquez, que usted va por el camino correcto. Repensar la Policía Nacional y transformarla, debe iniciar por ahí, por dignificar y profesionalizar todo el cuerpo del orden de República Dominicana.