El Ministerio de Defensa ruso afirma haber capturado Maryino y Novolenovka como parte de su estrategia para ampliar el control territorial en zonas fronterizas.
Moscú.- Las autoridades de Rusia informaron este lunes sobre la captura de dos nuevas localidades en territorio ucraniano, como parte de la ofensiva militar que se mantiene activa desde el inicio de la invasión ordenada por el presidente Vladimir Putin en febrero de 2022.
En un comunicado divulgado a través de su canal oficial en Telegram, el Ministerio de Defensa ruso detalló que las zonas tomadas por sus tropas corresponden a Maryino, en la provincia de Sumi (noreste), y Novolenovka, en la provincia oriental de Donetsk. Hasta el momento, el gobierno ucraniano no ha emitido ningún pronunciamiento respecto a estas afirmaciones.
Extensión de la ofensiva y estrategia fronteriza
Las fuerzas armadas rusas ya habían adelantado a inicios de mayo su intención de establecer una “zona de seguridad” en las regiones fronterizas con Ucrania, particularmente en Sumi, con el objetivo —según su versión— de evitar nuevas incursiones en su territorio.
Esto luego de asegurar que habían repelido y recuperado por completo áreas de la región rusa de Kursk que fueron blanco de una ofensiva ucraniana durante el segundo semestre de 2024.
La toma de Maryino refuerza esta estrategia al tratarse de una localidad cercana a esa línea fronteriza, mientras que Novolenovka se encuentra en Donetsk, una de las zonas donde los combates han sido más intensos desde el inicio del conflicto.
Donetsk, eje clave del conflicto
La región de Donetsk, junto a Lugansk, Jersón y Zaporiyia, fue objeto de una anexión unilateral por parte del Kremlin en octubre de 2022. Esta acción se sumó a la ocupación de Crimea en 2014, y no ha sido reconocida por la comunidad internacional, que considera estos territorios parte soberana de Ucrania.
Donetsk representa un punto estratégico clave por su cercanía con la línea de contacto entre ambos bandos, su importancia industrial y su peso simbólico en la narrativa del Kremlin sobre el «rescate» de poblaciones rusoparlantes.
Un conflicto sin resolución a la vista
La guerra en Ucrania, que ya supera los tres años de duración, continúa generando desplazamientos masivos, destrucción de infraestructura y una creciente tensión geopolítica en la región. Pese a múltiples esfuerzos internacionales por mediar una solución diplomática, la ofensiva militar y las contraofensivas de Kiev han perpetuado un conflicto de alta intensidad, sin indicios claros de una resolución a corto plazo.
La toma de nuevas localidades por parte de Rusia ocurre en un momento de relativa calma diplomática, pero de constante presión militar, particularmente en las zonas del este y el noreste de Ucrania, donde los combates persisten diariamente.