Nagua. – El Concejo de Regidores de la ciudad de Nagua dispuso, mediante resolución aprobada a unanimidad por los ediles presentes en la sesión, la designación de la calle primera de la Urbanización Alonzo del sector Las Cuarenta, con el nombre de Wellington Lewis Anderson.
Con la disposición, las y los regidores tuvieron la intención de honrar en vida al insigne educador, a quien le reconocen su trayectoria y dedicación a la formación de varias generaciones de hombres y mujeres.
Según el comunicado, para tomar la decisión, el Concejo valoró el trabajo de Lewis que inició en los años 1956 y se extendió hasta el 1998, dejando en legado de impacto en la vida de cientos de miles de hombres y mujeres de la región nordeste del país, abarcando comunidades como Samaná, Cabrera y Nagua.
La sesión extraordinaria fue encabezada por el presidente del Concejo de Regidores, Noe Jiménez (La Mancha), además de Luis Miguel Gonzáles (Lin la100cia), Orlando Polanco, Kishira Batista, Juana Cabrera y Juan Martínez (Chicho).
¿Quién es Wellington Lewis Anderson?
Wellington Lewis Anderson nació el 20 de febrero de 1933 en la sección de Honduras, municipio de Samaná. Hijo del agricultor Juan Lewis Green, de ascendencia inglesa, y de Susana Anderson Kelly, ama de casa de ascendencia afroamericana, fue el primogénito de 11 hijos del matrimonio Lewis Anderson.
Desde joven, Wellington asumió grandes responsabilidades familiares, ayudando en las labores agrícolas junto a su padre. Recibió una educación basada en valores cristianos, que fundamentaron su amor por la justicia y la honestidad.
Inició sus estudios en la escuela primaria rural de Honduras y los continuó en la escuela urbana de Samaná, Liceo Demorizi. Completó su educación secundaria en el Liceo José Gabriel García de Samaná. Sin embargo, debido a limitaciones económicas, sus estudios universitarios se vieron interrumpidos, lo que lo llevó a aspirar a un cargo de maestro. En 1956, fue nombrado en la escuela normal rural Las Pascualas, donde adquirió valiosos conocimientos educativos y demostró una firme vocación por la enseñanza.
En 1960, fue trasladado a la escuela primaria urbana del municipio de Cabrera. Durante este periodo, tuvo tres hijos en Samaná: Carmen, Ana Luz y Ramón. En 1961, contrae matrimonio con la joven cabrereña Dorca Mejía Racero, con quien tuvo cuatro hijos: Wilson, Wilfredo, Weber y Wailly.
En 1962, Wellington promovió la creación de un liceo de educación secundaria en Cabrera, logrando establecer un liceo nocturno en 1963, que se convirtió en el Liceo Miguel Yanguela en 1966. En 1968, fue designado director del Liceo Mercedes Bello de Nagua, cargo que ocupó durante 15 años. Además, enseñó en el Colegio Belén y dirigió la escuela nocturna Mercedes Bello orientada por Apec.
Reconociendo la necesidad de una mayor oferta educativa en Nagua, fundó en 1976 el Centro de Estudios Comerciales y Especiales del Nordeste, ofreciendo cursos técnicos en secretariado, contabilidad, inglés y mecanografía. Ese mismo año, junto a su esposa y el profesor Inocencio Mercedes Eduardo, fundó el colegio Dr. Pelegrín Adolfo Gómez. En 1977, fundó el Colegio Nueva Luz, orientado a la educación primaria y secundaria.
En 1979, Wellington obtuvo el título de Licenciado en Ciencias de la Educación, mención Letras, en la Universidad Pedro Henríquez Ureña, con honores Cum Laude. Posteriormente, desempeñó roles clave en la Universidad Central Iteco y en la dirección regional de educación. Tras 30 años de servicio, se jubiló en 1986, dedicándose a actividades privadas.
Wellington fue miembro activo de diversos clubes sociales, incluyendo el Club Las Mercedes de Cabrera y el Club de Leones en Nagua. Fue el primer presidente del Club Rotario de Nagua y colaborador del Club de Masones. Su participación facilitó el desarrollo de servicios sociales en la provincia María Trinidad Sánchez.
En el ámbito político, fue regidor del municipio de Cabrera en 1966 y participó en la primera Comisión de Desarrollo Provincial. Entre 1992 y 2002, presidió el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) en Nagua. En 2000, fue designado ayudante civil del presidente Hipólito Mejía y encargado del programa Comunidad Digna, enfocado en la reparación de viviendas y asistencia social en barrios marginados.
Desde 2004, debido a problemas de salud visual y renal, Wellington se retiró de la vida pública. No obstante, mantiene su lucidez y disposición para compartir sus conocimientos y experiencias acumuladas a lo largo de su vida.
El legado del profesor Wellington Lewis Anderson sigue vivo en la provincia María Trinidad Sánchez, donde su impacto educativo y social continúa siendo profundamente valorado.