En los barrios de Cambita Garabitos, en San Cristóbal, residentes salieron de sus casas la noche de este viernes y colocaron velas en los contenes tras la muerte a manos de la Policía del hombre más buscado del país: «Kiko la Quema«, a quien las autoridades señalaban como el líder una peligrosa banda criminal con un repertorio que incluía robos, asesinatos, narcotráfico y tráfico de armas de alto calibre.
Algunos caminaban con velones en manos diciendo: «Cambita está de luto«.
«Ese era un hombre bueno. La soga se parte por lo más fino», dijo Alfredo Tineo, un residente del lugar. Y es que a pesar del prontuario criminal que le señalan las autoridades, para algunos munícipes de Cambita, el occiso era una especie de Robin Hood, que les ayudaba.
Por eso, incluso, parte de los defensores de José Antonio Figuereo Bautista, su nombre real, se tornaron agresivos con la prensa que daba cobertura al hecho.
El cadáver de «Kiko la Quema» fue llevado al hospital municipal de Cambita Garabitos bajo fuerte custodia de miembros de la Policía Nacional. Pasadas las 11:21 de la noche fue trasladado al Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) en Santo Domingo.
La Policía de la zona ha sido reforzada con decenas de unidades, muchas de estas trabajan en la inspección del carro Hiunday Sonata, color blanco, en que fue ultimado el narcotraficante en la localidad de Arroyo Higüero.
Hasta las afueras del hospital también fueron sus defensores. «Kiko La Quema nos protegía. Si alguien perdía un celular o un motor, él lo recuperaba. Con su muerte nosotros quedamos desprotegidos contra la delincuencia», dijo un joven.
La gente vociferaba a coro: «Kiko te queremos». A muchos incluso se les veía tristes y lamentaban que ya su «defensor» murió.
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