Querido lector, gracias por una vez más dejarme llegar a usted a través del espacio digital en donde semana tras semana comparto mis artículos. En esta ocasión, lo hago movida por la interrogante que provocan ciertos comentarios que han circulado en las redes publicadas por algunos de los dirigentes del Partido de la Liberación Dominicana.
Este escrito fue motivado al ver un tweet del Sr. Miguel Medina en donde compartía un video de las consultas regionales que está haciendo el Arq. Andrés Navarro, con el objetivo de escuchar las necesidades de los diferentes sectores populares para su propuesta de gobierno en una posible candidatura a la presidencia de República Dominicana.
Detrás de ello leo un comentario del Sr. Luisin Jiménez en donde más que opinar sobre la propuesta, se enrostró de una ácida forma la amistad entre el Sr. Navarro y el actual presidente de la Republica. Cito; “El amigo Andrés Navarro quiere heredar el Danilismo, simplemente porque es amigo de Danilo. Sin coger lucha, sin sudar ni batallar, sin haber sido electo Regidor, ni Diputado, ni Senador, sin haber sido jefe de campaña, simplemente amigo de Danilo. Eso me recuerda “Lo que diga Balaguer”.
A raíz de esto surgió la interrogante ¿En qué se está convirtiendo el partido del respeto y el compañerismo? ¿Cuál es el mensaje que los “lideres” están enviando a las nuevas generaciones? Discursos divisionistas, críticas y comentarios con una pizca de sarcasmo. ¿Dónde queda la libertad de cada ciudadano de elegir y ser elegido? ¿Es esa la manera en que se apoya el relevo que tanto se pide a gritos? Un relevo al que se le exige haber tenido diferentes puestos administrativos y electivos para dársele un mínimo de confianza, cuando la historia demuestra que ese no es un punto determinante para hacer un notorio trabajo. Tal fue el caso del Dr. Leonel Fernández, ex presidente de la Rep. Dom., que llegó a la presidencia de nuestro país sin haber sido electo Regidor, Diputado o Senador y aun así se convirtió en uno de los más grandes líderes de América Latina.
Con este comentario no inclino la balanza de un solo lado, pero si hago la salvedad de que este tipo de actitudes y situaciones son las que llevan a las organizaciones al declive. Para muestra un botón; los dirigentes de grandes partidos políticos que años atrás hacían el mismo tipo de hazañas hoy no son más que el recuerdo histórico de lo que un día fueron.
No estaría de sobra que la cúpula del partido mayoritario hiciera un análisis del comportamiento de sus dirigentes, de lo bochornoso de los dimes y diretes que ponen en duda el orden que, se supone prima en esa organización política, para que el interés individual no termine destruyendo el interés colectivo.
En este país se necesita gente organizada, respetuosa, que exprese con altura sus puntos de vista, ejerza su derecho a la libertad de expresión sin necesidad de vulnerar el derecho que tiene su semejante de elegir y ser elegido. Esto no solo dará muestra de unidad sino también mostrará la educación y capacidad de liderar de cada individuo.
Les envío un fuerte abrazo y recuerden “Los individuos marcan goles, pero los equipos ganan partidos”, Zig Ziglar.