Este 6 de marzo se celebra el miércoles de ceniza, con el cuál inician los 40 días en los que la Iglesia Católica llama a los fieles a la conversión, así como a prepararse verdaderamente para vivir los misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo en la Semana Santa.
El periodo de 40 días que simboliza el tiempo que Jesús pasó vagando por el desierto y que preceden a la Semana Santa, ademas se caracteriza por promover el ayuno, la abstinencia, el recogimiento, la oración y el examen de conciencia de los cristianos que quieran purgar sus pecados y acercarse a la pulcritud moral de la Iglesia.
Históricamente, el Miércoles de Ceniza tiene sus antecedentes en la tradición judía; que para este pueblo, la ceniza era un símbolo que representaba la fugacidad de la vida y el arrepentimiento de los pecados. Los judíos se cubrían el cuerpo con ceniza para demostrar que intentaban acercarse a Dios y esa costumbre fue adoptada por los cristianos pero de una forma distinta a la actual. En un primer momento, solo los penitentes que iban a realizar el sacramento de la reconciliación (más comúnmente conocido como ‘sacramento de la confesión’ o ‘de la penitencia’) cubrían su cuerpo con ceniza y vestían ‘ropas de penitencia. No fue hasta el año 384 d.C. cuando se generalizó para todos los cristianos.
En cuanto a la ceniza, esta proviene de que en la misa del miércoles se marca a los fieles con una cruz de ceniza en la frente mientras se pronuncia la frase «polvo eres y en polvo te convertirás». «El gesto de cubrirse con ceniza tiene el sentido de reconocer la propia fragilidad y mortalidad, que necesita ser redimida por la misericordia de Dios».
Esta costumbre católica es celebrada porque se recuerda cómo mencionamos más arriba los 40 años que el pueblo de Israel estuvo en el éxodo antes de llegar a la tierra prometida, así como la cantidad de días que Cristo pasó en el desierto antes de empezar su vida pública, dedicado al ayuno y la reflexión. Invitando así a todo las personas creyentes de Dios a dedicar este día y los demás días que de la cuaresma para hacer sacrificios y oración.