Boston forzará un juego 6 en Nueva York tras perder a su estrella por lesión y enfrentar un 3-2 en contra en la semifinal del Este.
Nueva York.- La lucha por el campeonato parecía esfumarse para los Boston Celtics tras su última visita al Madison Square Garden. La lesión de Jayson Tatum, su jugador más determinante, y el ambiente de eliminación inminente dejaban un panorama sombrío para los actuales campeones. Sin embargo, los Celtics no se rinden.
Este viernes por la noche, Boston regresa a Nueva York para disputar el sexto juego de la serie semifinal de la Conferencia Este, decididos a mantener viva su temporada y frustrar el anhelado regreso de los Knicks a unas finales de conferencia tras 25 años de ausencia.
El desafío de ganar sin su estrella
Tatum fue retirado del juego anterior con una ruptura del tendón de Aquiles, lo que lo deja fuera del resto de los playoffs. La baja representa un golpe duro para un equipo que ahora deberá buscar la hazaña histórica de remontar un 3-1 sin su principal anotador.
“Es ganar o irse a casa en este momento”, expresó el base Derrick White, consciente del reto que enfrentan. “Ninguno de nosotros quiere irse a casa y entendemos que la cosa se va a poner más difícil. Solo tenemos que encontrar la manera de ir a Nueva York y ganar un partido”.
Solo 13 equipos en la historia de la NBA han logrado remontar una serie tras estar abajo 3-1. Los Celtics aspiran a convertirse en el número 14, con una plantilla que aún cuenta con nombres de peso como Jaylen Brown, quien reconoció el golpe anímico pero reafirmó el enfoque del grupo.
“Sé que es fácil dar por hecho las cosas. Obviamente, es lamentable lo que le pasó a JT. Pero aún tenemos baloncesto por jugar”, aseguró Brown.
Un juego con sabor a final
Para los New York Knicks, el juego 6 representa una oportunidad dorada de volver a disputar una final de conferencia por primera vez desde 2000. Con la ventaja 3-2 a su favor y el empuje de una ciudad hambrienta de gloria, buscarán cerrar la serie en casa.
Boston, en cambio, apuesta al orgullo de campeón, a la profundidad de su plantilla y al carácter forjado en múltiples batallas de postemporada.