Luka Doncic lideró el triunfo con 31 puntos y LeBron elogió la tenacidad del equipo en un duelo físico y estratégico en el Crypto.com Arena.
Los Ángeles.- Golpeados por la dura derrota en el primer juego, los Lakers salieron con otra cara en el segundo partido de la serie de primera ronda ante los Minnesota Timberwolves, imponiéndose con marcador de 94-85 en un encuentro marcado por el contacto físico, los ajustes defensivos y la intensidad desde el salto inicial.
La figura del partido fue Luka Doncic, quien rozó el triple-doble con 31 puntos, 12 rebotes y 9 asistencias, liderando a un conjunto angelino que esta vez sí supo ejecutar su plan de juego desde el primer cuarto, tomando una ventaja de hasta 22 puntos que nunca llegó a comprometerse.
Reacción temprana y control emocional
Los Lakers salieron con un alto nivel de urgencia, reflejo de la autocrítica tras la caída por 117-95 en el primer partido. LeBron James, quien aportó 21 puntos, 11 rebotes y 7 asistencias, valoró la forma en que el equipo asumió la responsabilidad colectiva.
“Nos fijamos en lo que no hicimos bien… nos responsabilizamos mutuamente y obtuvimos un resultado mucho mejor”, expresó tras el partido.
Austin Reaves agregó 16 puntos, mientras Rui Hachimura vivió un episodio de dureza física al recibir un golpe en la cara que lo sacó del partido en el primer cuarto, regresando poco después con mascarilla, la cual se quitó por incomodidad. Más tarde, volvió a colocarse una segunda protección facial.
Juego físico y estrategia defensiva
El encuentro tuvo momentos trabados, con un total de 46 faltas personales y múltiples revisiones de video. La defensa de los Lakers logró neutralizar el ritmo ofensivo de Minnesota, que había lucido fluido en el primer juego con 21 triples, pero que esta vez encontró muchas más dificultades para ejecutar.
Anthony Edwards, quien terminó con 25 puntos, reconoció la efectividad del planteamiento defensivo rival.
“Cuando atrapo el balón, se van a la zona… son como tres personas. Tengo que tomar decisiones más rápido”, declaró.
Julius Randle fue el máximo anotador de los Wolves con 27 unidades, pero la falta de fluidez en la ofensiva les pasó factura. El técnico JJ Redick valoró el esfuerzo de sus jugadores, aunque tuvo que alzar la voz en un timeout del último cuarto.
“Esta noche se trató simplemente de volver a activar ese botón de urgencia”, dijo el entrenador, que debutó en esta serie de postemporada al mando del conjunto de Minnesota.
Serie empatada y la batalla continúa en Minneapolis
Con la victoria, la serie se iguala 1-1. El tercer partido se jugará este viernes por la noche en Minneapolis, donde se espera un ambiente hostil para los Lakers, que buscarán mantener el impulso y seguir presionando a unos Timberwolves que no pueden darse el lujo de perder en casa.