El Distrito Municipal de San José de Matanzas, en la provincia María Trinidad Sánchez, ha sido nuevamente propuesto para su elevación a municipio. La diputada Sonia Núñez depositó en días recientes un proyecto de ley con tal propósito, sumándose a los intentos previos que incluyen al exdiputado Napoleón López (El Puma), quien lo intentó sin éxito en 2024.
Aunque el deseo de muchos matanceros de convertirse en municipio responde a una legítima aspiración de identidad y autonomía, este tipo de iniciativas requieren mucho más que voluntad política. Exigen análisis rigurosos, estudios de factibilidad y una comprensión profunda de la realidad territorial, económica y social que caracteriza al distrito.
Desde la promulgación de la Ley 176-07 del Distrito Nacional y los Municipios, la República Dominicana estableció un umbral legal para la creación de nuevos municipios: al menos 15,000 habitantes, entre otros requerimientos.
Según el X Censo Nacional de Población y Vivienda (2022), San José de Matanzas registra 12,923 habitantes, cifra que lo deja por debajo del umbral.
Pero la población no es el único indicador. La ley también demanda una base económica productiva y la existencia de instituciones comerciales y públicas que garanticen un funcionamiento municipal mínimo.
En ese sentido, Matanzas aún no dispone de una arteria comercial consolidada, ni de la infraestructura pública que permitiría gestionar con autonomía sus asuntos locales., a pesar de ser un territorio con una fuerte oferta turística para quienes visitan la ciudad de Nagua.
Uno de los puntos críticos que debilita la propuesta es la dependencia funcional del municipio cabecera, Nagua. Los matanceros se abastecen en Nagua de servicios de salud, educación, empleo, comercio y transporte. Incluso, una parte considerable de su población económicamente activa labora fuera del distrito. Este nivel de dependencia cuestiona seriamente la viabilidad de su separación administrativa.
Resulta preocupante que una propuesta de esta magnitud se presente sin estudios previos que respalden la factibilidad de la misma. Más allá de responder a un clamor popular, legislar implica responsabilidad técnica y visión estratégica.
¿Estamos ante un genuino intento de transformación territorial o frente a un gesto de populismo legislativo con fines clientelares o simbólicos?
La diputada Núñez, en lugar de insistir en un proyecto que muy probablemente será rechazado por la Comisión de Asuntos Municipales del Congreso Nacional, podría ejercer un rol de gestora estructural del desarrollo local.
Sería más beneficioso que impulsara un plan estratégico desde el Consejo de Desarrollo Económico y Social de Matanzas, promoviendo alianzas con sectores productivos, instituciones académicas y organismos de cooperación que ayuden a sentar las bases de un futuro municipio, sostenible y autónomo.
Una ruta posible
Convertir a Matanzas en municipio no es un imposible, pero sí un proceso que requiere visión a largo plazo. Antes de una elevación legal, es necesario construir una estructura administrativa viable, fortalecer la base económica, mejorar los servicios públicos locales y consolidar una identidad territorial funcional.
Los pueblos no se desarrollan por decreto. Se desarrollan con planificación, inversión, cohesión comunitaria y políticas públicas eficaces.
Y es ahí donde el liderazgo político debe colocarse, no en el aplauso fácil, sino en el trabajo silencioso y transformador.
Por: Amaury Reyna
Comunicador y director de ElNaguero.com
Contacto: robertoamaury@gmail.com