La construcción y terminación del Polideportivo de El Factor representa una deuda histórica con la comunidad de este municipio y, en especial, con su juventud. Desde hace más de 14 años, este proyecto ha permanecido como una promesa inconclusa, limitando el desarrollo deportivo, cultural y social de una zona que anhela espacios adecuados para el sano esparcimiento y el crecimiento integral de sus jóvenes.
El reciente ejemplo del Polideportivo Jochy Gil, inaugurado en Nagua, es una muestra clara de cómo la inversión en infraestructura deportiva impacta positivamente a una comunidad.
Espacios como este no solo promueven la práctica de disciplinas deportivas como baloncesto, voleibol y fútbol sala, sino que se convierten en centros de convivencia, donde los jóvenes canalizan sus energías de manera productiva, alejándose de actividades que puedan poner en riesgo su futuro.
El Factor, un municipio lleno de talento y potencial, no puede seguir relegado a la espera de que esta obra se concluya. El polideportivo sería un espacio vital para el desarrollo de competencias deportivas, la organización de actividades comunitarias y la creación de una cultura de integración y disciplina entre sus habitantes.
La juventud de El Factor merece las mismas oportunidades que otras comunidades de la provincia, y dotarlos de este espacio es una forma de garantizar su desarrollo pleno y de construir un legado que beneficie a futuras generaciones.
Es hora de que las autoridades prioricen la terminación de este proyecto. Más que un edificio, el Polideportivo de El Factor sería un símbolo de esperanza, compromiso y progreso, un lugar donde los sueños de cientos de jóvenes puedan encontrar el apoyo que necesitan para convertirse en realidad.
La espera de más de 14 años debe llegar a su fin, y la comunidad merece ver cumplida esta promesa que tanto tiempo ha anhelado.
Por Amaury Reyna Liberato, director y CEO de ElNaguero.com