Se nos agota el tiempo Nagüeros y cada minuto que pasa cuenta en esta lucha contra el COVID-19, porque hoy sé que puedo escribirles y estar en contacto con ustedes a través de este medio, mi blog o redes sociales, pero no sé si mañana podré hacerlo y que lo que la vida me depare sea tomar el camino de aquellos que perdieron la batalla en su lucha contra el Coronavirus luego de contagiarse.
En reiteradas ocasiones, tanto en esta Columna Editorial titulada “Telescopio Nagüero”, así como también en varios de nuestros comentario en el Nagüero Radio, hemos sido reiterativos respecto a que, desde el día uno de la presente crisis por COVID-19, las autoridades locales y nacionales estuvieron haciendo grandes esfuerzos por contener la pandemia, pero que sus resultados no eran los esperados, y no porque su trabajo no habría sido efectivo, sino porque nosotros como ciudadanos no comprendimos nunca la importancia del papel que debimos jugar en ella y no jugamos.
Una vez más la alcaldía del municipio de Nagua y las principales autoridades de la provincia se han reunido para consensuar un sin número de medidas que habremos como municipio de poner en marcha para fortalecer la lucha contra el COVID-19, sobre todo por el creciente número de personas infectadas por el virus estas últimas semanas.
Como en casos anteriores la medida que regula la vida del comercio en el municipio vuelve a copar la atención y ser centro del debate de todos los que en esta ciudad de Nagua vivimos, y es normal, sobre todo cuando se analizan la prioridades que nosotros mismos como seres humanos mostramos que tenemos cuando nos encontramos en momentos tan delicados como los actuales, al punto de que, a gente como yo, por ejemplo, nos llama a la reflexión que al parecer para algunos, el bolsillo o la economía personal es más importante que la vida misma y salud del colectivo.
Y es que la medida aprobada y consensuada por la Alcaldía de Nagua y fuerzas vivas de pueblo respecto al cierre del comercio en horarios específicos no es una medida del todo errada, toda vez que la misma sea acompañada de un amplio operativo de regulación de la vida de la gente en el territorio para que sea efectiva y logre su propósito.
Porque mientras el pan nuestro de cada día sea la chercha y bebentina, la aglomeración en las filas de los bancos, lo propio en el Mercado Público y zonas aledañas, nuestra realidad no cambiará.
Habrán otras decisiones que tomar en el futuro cercano, quizás aún más drásticas que las que asumen hoy nuestros comerciantes, pero la comprensión debe primar en todos y todas.
Como ven, se requiere algo más que decisiones y de la propia supervisión del Alcalde y demás autoridades, necesitamos que cada quien haga lo que le corresponde, que comprendamos el valor de vivir y respetemos el deseo de estar vivos de quienes nos rodean directa o indirectamente.
Abramos los ojos nagüeros, no esperemos que el COVID-19 infecte a uno de los nuestros o nos lo quite para siempre para comprender el valor de vivir, pero sobre todo de protegernos, participemos de este lucha hoy y ahora, porque al final esto será por nosotros mismos.
¡Esto es por los nagüeros que aún viven y en memoria de los que se han ido!
#ActuemosHoy
Amaury Reyna Liberato