El reciente debate desatado por la medida disciplinaria “Levántese Temprano”, implementada en el Liceo Mercedes Bello para combatir la impuntualidad de los estudiantes, pone sobre la mesa una realidad preocupante en nuestra sociedad, el desdén hacia valores fundamentales como la puntualidad y la responsabilidad.
Esta situación refleja no solo un problema en el ámbito educativo, sino también un llamado de atención a los padres, madres y tutores sobre su rol primordial en la formación de sus hijos.
La medida, liderada por el director del plantel, busca no solo corregir la práctica de llegar tarde a clases, sino también generar conciencia en las familias sobre la importancia de inculcar en los estudiantes hábitos que les servirán de por vida. Sin embargo, en lugar de recibir el respaldo que merece, la iniciativa ha sido blanco de críticas por parte de algunos padres, quienes la califican como abusiva, ignorando el verdadero objetivo que persigue formar ciudadanos responsables y conscientes de su deber.
Entre los argumentos de los padres que se oponen a la medida, se encuentra la distancia que algunos estudiantes deben recorrer para llegar al centro educativo. Si bien esta realidad es válida en ciertos casos, cabe preguntarse, ¿no es precisamente por ello que la solución recae en la organización y planificación familiar? Levantarse temprano es una responsabilidad compartida que requiere compromiso tanto del estudiante como de sus tutores.
Lamentablemente, esta resistencia refleja una actitud evasiva frente a las responsabilidades parentales. Al culpar al director del liceo o al sistema educativo por lo que claramente es una falta de organización en el hogar, estos padres están enviando un mensaje equivocado a sus hijos. En lugar de motivarlos a esforzarse y cumplir con sus compromisos, les están enseñando que las normas pueden ser ignoradas y que las excusas siempre tendrán cabida.
Desde Elnaguero.com, aplaudimos la implementación de la medida “Levántese Temprano” y valoramos la determinación del director del Liceo Mercedes Bello de enfrentar un problema que afecta directamente la calidad educativa. La puntualidad no es un capricho ni una imposición arbitraria, es un valor esencial que trasciende el aula de clases y que, de ser aprendido a temprana edad, puede abrir puertas en el ámbito profesional y personal.
Como medio de comunicación comprometido con el desarrollo de nuestra provincia y del país, instamos a las familias a reflexionar sobre el impacto de esta medida y a reconocer que su éxito depende de un esfuerzo colectivo. No es el director del liceo quien debe velar porque los estudiantes lleguen a tiempo, sino los padres y tutores, quienes son la primera línea de formación de los valores de sus hijos.
Educación y valores: una tarea compartida
La escuela no puede ser un agente de cambio eficaz si no cuenta con el apoyo de la familia. Enseñar a los jóvenes la importancia de llegar a tiempo no es solo una regla académica, sino una lección de vida. La responsabilidad y la puntualidad son valores que les permitirán destacarse en cualquier ámbito que elijan en el futuro.
Es alarmante que algunos padres, en lugar de asumir su rol, utilicen las redes sociales para atacar una medida que claramente busca beneficiar a sus propios hijos. Este comportamiento no solo resta autoridad al centro educativo, sino que también mina la confianza de los estudiantes en el sistema y les da licencia para repetir patrones de irresponsabilidad.
Hacemos un llamado a los padres, madres y tutores para que reconsideren su postura. Es momento de dejar las excusas y asumir el compromiso que tienen con sus hijos y con la sociedad. La educación es un derecho, pero también un deber. Cada estudiante tiene la responsabilidad de llegar a tiempo a su escuela, preparado para recibir el “pan de la enseñanza” que les permitirá construir un mejor futuro.
Asimismo, invitamos a las familias a ver esta medida como una oportunidad para fortalecer los lazos en el hogar. Organizarse mejor, establecer horarios y priorizar la educación son acciones que benefician no solo a los estudiantes, sino también al entorno familiar en su conjunto.
Reconocemos el esfuerzo del Liceo Mercedes Bello por promover valores que muchas veces son relegados en un mundo que avanza a pasos acelerados. La medida “Levántese Temprano” no solo busca corregir un comportamiento puntual, sino también sembrar en los estudiantes una conciencia de responsabilidad que los acompañará toda la vida.
Instamos al director del centro educativo a mantenerse firme en su postura y a no ceder ante las presiones. Los cambios significativos suelen enfrentar resistencia, pero es a través de ellos que se construyen bases sólidas para el futuro.
En Elnaguero.com reafirmamos nuestro compromiso con la educación y los valores familiares. Creemos firmemente que, como sociedad, debemos respaldar iniciativas como “Levántese Temprano”, que buscan formar estudiantes responsables y ciudadanos ejemplares.
A los padres, madres y tutores, les recordamos que son el primer modelo a seguir para sus hijos. No se trata de encontrar excusas, sino de ser parte de la solución. Juntos, como familia y como comunidad, podemos garantizar que nuestros jóvenes reciban no solo una educación de calidad, sino también las herramientas necesarias para destacarse y construir un mejor futuro.
Por: Amaury Reyna Liberato, director de ElNaguero.com