PUERTO PRINCIPE.- EL 25 junio cuando llegaron los primeros soldados de Kenya a Haití se esperaba que su presencia marcaría el principio del fin de las pandillas, pero ellas hoy mantienen aterrorizada a la población.
Al cumplirse dos meses en la nación antillana, Kenya hace bien poco por liberar al pueblo haitiano del sufrimiento que trae consigo la violencia ejercida por las bandas criminales, las cuales demuestran no tener miedo a los soldados africanos.
De hecho, recuerdan emisoras locales, que el gobierno del primer ministro provisional, Garry Conille, se vio obligado a extender el plazo del Estado de Emergencia, e incluso, hay lugares en los que los miembros de la Policía Nacional de Haití tuvieron que escapar para salvar sus propias vidas.
Los vecinos de los barrios atacados por las bandas criminales, que ya controlan parcial o totalmente varias comunidades, también se manifestaron por la falta de resultados de las fuerzas del orden y la inacción de los militares kenianos a quienes llaman artistas de teatro o turistas en la llamada Perla de Caribe.
Desde hace varias semanas los medios locales no informan sobre la presencia de los soldados kenianos en las calles de Puerto Príncipe, sobre todo después de que una bala hizo diana en el hombro de un gendarme africano.
De ellos se sabe que están en su campamento bien seguros tomando lecciones de francés y creole haitiano, informó el diario Haití Libre.