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El Parque Ecológico Nagua: Un tesoro abandonado en el corazón de nuestra comunidad

El Parque Ecológico Nagua, inaugurado con gran esperanza en 2018 como un proyecto emblemático para la conservación de la biodiversidad local y la promoción del ecoturismo, hoy yace en un estado lamentable de abandono.

Lo que alguna vez fue un símbolo de orgullo para nuestra comunidad se ha convertido en un triste recordatorio de promesas no cumplidas, seguimiento y trabajos no realizados y de la negligencia de las autoridades de Medio Ambiente en Nagua que amenaza nuestro patrimonio natural.

Un Refugio de Biodiversidad en Peligro

El parque fue concebido no solo como un espacio recreativo, sino como un santuario para la rica biodiversidad de nuestra región. El humedal que forma parte del parque es hogar de una variedad de especies de flora y fauna que dependen de este ecosistema para sobrevivir.

Especies como la garza real, el cormorán neotropical y diversas especies de anfibios y reptiles, encuentran en este humedal un refugio vital. Lamentablemente, la acumulación de basura y el descuido por parte de la autoridad competente han deteriorado gravemente este hábitat, poniendo en riesgo la vida de estas especies.

La vegetación que solía florecer a lo largo de los senderos del parque, con especies nativas como el mangle rojo y la palma real, ahora está sufriendo debido a la falta de mantenimiento y la invasión de desechos. Estas plantas no solo son importantes por su belleza, sino porque juegan un papel crucial en la protección del suelo y la regulación del agua, funciones vitales para el equilibrio ecológico del área.

Historia y Promesas No Cumplidas

El Parque Ecológico Nagua fue diseñado para ser un espacio donde la comunidad pudiera reconectarse con la naturaleza, un lugar donde los jóvenes aprendieran sobre la importancia de la conservación y donde los visitantes pudieran disfrutar de la serenidad de un entorno natural bien cuidado.

En su primera fase, inaugurada en marzo del 2018, se desarrollaron senderos interpretativos, áreas de descanso y una plataforma de observación para disfrutar del humedal. Sin embargo, desde entonces, nada se ha hecho para continuar con las fases siguientes del proyecto.

La importancia del parque va más allá de lo estético o recreativo; su creación se justificó por la necesidad de preservar uno de los últimos humedales urbanos de la región, un ecosistema que actúa como una esponja natural, absorbiendo el exceso de agua durante las temporadas de lluvia y mitigando el riesgo de inundaciones en la ciudad. Además, este espacio verde es fundamental para contrarrestar los efectos del cambio climático, ayudando a regular la temperatura local y mejorando la calidad del aire.

Un Llamado a la Acción

Es inaceptable que un espacio de tal relevancia para nuestro entorno y nuestra comunidad de Nagua esté en las condiciones en que se encuentra hoy.

Este editorial es un llamado a las autoridades municipales, sobre todo las que corresponden al Ministerio de Medio Ambiente en Nagua, a las organizaciones ambientales locales y a la ciudadanía en general. Es imperativo que nos unamos para rescatar el Parque Ecológico Nagua. No podemos permitir que un proyecto con tanto potencial se desvanezca por la desidia y la falta de compromiso de quienes están llamados a preservar este espacio junto a nuestra gente.

Restaurar este espacio requiere de un esfuerzo colectivo. Se deben implementar programas de limpieza y mantenimiento regular, así como campañas de concienciación para que la comunidad se involucre activamente en la protección de este parque.

Asimismo, es crucial retomar el desarrollo de las fases restantes del proyecto, asegurando que el parque cumpla con su propósito original de ser un refugio para la biodiversidad y un espacio educativo y recreativo para todos.

El Parque Ecológico Nagua puede y debe ser el orgullo de nuestra ciudad de Nagua, un lugar donde podamos apreciar la belleza y la importancia de nuestra naturaleza. No dejemos que la indiferencia destruya este tesoro. Es nuestra responsabilidad, como comunidad, devolverle la vida a este espacio que tanto necesita y merece ser cuidado.

Esperamos pues, que esta nota editorial, no quede en el estado de abandono en el que se encuentra el parque y como las anteriores denuncias que han sido realizadas respecto a las agresiones que constantemente vive nuestro Medio Ambiente en toda la provincia María Trinidad Sánchez, en especial, nuestra ciudad de Nagua.

¡Atendamos las urgencias a tiempo!

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