Los nombres de atletas como Luguelín Santos, Félix Sánchez, Marileidy Paulino, y un centenar más, resuenan con orgullo en los corazones de todos los dominicanos. Cada medalla, cada victoria, es un recordatorio de la grandeza y el talento que abunda en nuestra nación. Sin embargo, la realidad es que detrás de estos triunfos individuales, existe una alarmante ausencia de políticas de promoción y apoyo al deporte, especialmente en disciplinas como el atletismo.
¿Cuántas pistas de atletismo hay en República Dominicana?
Una pregunta que debería tener una respuesta clara, pero que revela la falta de infraestructura adecuada en nuestro país. Las pistas de atletismo son escasas, y las que existen a menudo no cuentan con el mantenimiento o los recursos necesarios para ofrecer condiciones óptimas de entrenamiento a nuestros atletas. Sin instalaciones adecuadas, las futuras estrellas del deporte nacional se ven obligadas a entrenar en condiciones lamentables.
El talento en la República Dominicana no es escaso. Desde muy temprana edad, jóvenes en todo el país muestran aptitudes excepcionales para el deporte. Sin embargo, ¿cuál es el seguimiento que se les da? ¿Qué apoyo reciben estos jóvenes para desarrollarse y alcanzar su máximo potencial? La realidad es desalentadora. El seguimiento es mínimo, y el apoyo, tanto financiero como institucional, es insuficiente. Sin una estructura que los acompañe y guíe, muchos se continuarán perdiendo en el camino.
El atletismo, como muchas otras disciplinas, recibe un presupuesto exiguo en comparación con su potencial y la necesidad de desarrollo. El financiamiento que se destina al deporte en general es una fracción de lo que debería ser si realmente aspiramos a ser una potencia deportiva. Esta falta de inversión no solo limita el crecimiento de nuestros atletas, sino que también pone en riesgo el futuro del deporte en el país.
Las escuelas, que deberían ser un semillero de talentos y el primer punto de contacto con el deporte para muchos jóvenes, no están cumpliendo su papel como deberían. El deporte escolar es una herramienta fundamental para identificar y desarrollar habilidades deportivas desde una edad temprana. Sin embargo, la falta de programas deportivos estructurados, entrenadores capacitados y recursos adecuados en las instituciones educativas, significa que estamos perdiendo la oportunidad de cultivar a los futuros campeones de la República Dominicana.
Pero, el gran problema no se limita al atletismo. El voleibol, donde nuestra selección es reconocida como la «Reina del Caribe», y el baloncesto, otra área donde tenemos un inmenso potencial, enfrentan desafíos similares. El talento está presente, pero la falta de políticas deportivas integrales, la ausencia de apoyo continuo y el insuficiente financiamiento están frenando nuestro avance en estas disciplinas.
La República Dominicana tiene el potencial de convertirse en una potencia deportiva, pero para ello es necesario un cambio de enfoque.
Es fundamental que el país invierta en infraestructura, desarrolle políticas deportivas claras y efectivas, y brinde apoyo constante a los atletas desde sus inicios hasta su máximo desarrollo. El camino será largo y el proceso lento, pero con voluntad política y el compromiso de todos, podremos alcanzar esa meta.
En resumen, si queremos ver la luz al final del túnel y convertirnos en la potencia deportiva que sabemos que podemos ser, debemos tomar acción ahora. Hay mucho por hacer y mucho que invertir, pero el esfuerzo valdrá la pena para asegurar un futuro mejor para nuestros deportistas y para el orgullo de toda la nación dominicana.
Por Amaury Reyna Liberato, director de ElNaguero.com