Bogotá.- El grupo estadounidense de origen dominicano Proyecto Uno, creador de grandes éxitos como ‘Está pegao’ o ’25 horas’, confiesa que para ellos sería “un sueño” volver a grabar su más sonada canción, ‘El Tiburón’, con el recién retirado Daddy Yankee.
En una entrevista con EFE, Nelson Zapata, uno de los integrantes originales de Proyecto Uno, dijo que sí se proponen hacer un remix de su mayor éxito, que acumula desde 1993 millones de reproducciones: “hay muchos artistas que nos escriben y estamos dispuestos a todos”.
Sin embargo, el cantante Gabriel Torres, conocido artísticamente como Kid G, sentado a su derecha, confiesa que colaborar con el puertorriqueño Daddy Yankee “sería un sueño” aunque saben que “se acaba de retirar”.
Proyecto Uno cumple 35 años de legado imborrable en los que llenaron discotecas y fiestas combinando el merengue con otros estilos como el house, R&B, música tropical o el hip hop, y en medio de las celebraciones se presentaron en el festival de música más importante de Colombia, el Estéreo Picnic de Bogotá.
Fueron la apuesta “rumbera” del cartel de este año y ofrecieron al público colombiano la nostalgia de sus fiestas que sirvió como una cápsula del tiempo durante su hora de presentación.
“Queremos seguir conquistando más corazones y trayendo nueva música a las nuevas generaciones, seguir adelante con el privilegio de tener un estatus ya respetado, sentimos que tenemos una tradición como la de los Rolling Stones”, explicó un Zapata nostálgico mientras recordó el cariño con el que Colombia los recibe siempre que se suben a un escenario.
La clave de Proyecto Uno: mantener la esencia
Una de las cualidades de la banda neoyorquina es que dicen no competir con otros géneros, “no se trata de hacer una competencia sino de no desaparecer del ojo público”, dijo Paolo Tondo, que antes de pertenecer a Proyecto Uno formó parte de otras bandas y escribió canciones para Chayanne.
Para ello, dicen que la clave para mantenerse en activo durante tantos años es alimentar la esencia constante y la llama del merengue fusión viva.
“Creo que cuando las cosas se hacen bien uno siempre está ahí entre la gente y creo que hemos estado haciéndolo muy bien desde hace mucho tiempo”, añadió el cantante del trío musical.
Lo que comenzó con Ricky Echeverría y Pavel de Jesús acompañando a Zapata, se convirtió en una interesante revelación en los 90, y hoy está completa con Tondo y Kid G que llevan trabajando juntos 14 años y quienes explicaron que para ambos formar parte de Proyecto Uno, un “grupo tan legendario y clásico”, fue una “bendición”.
Ellos fueron impulsores y pioneros de la expansión del género musical merenhouse desde Nueva York hasta todo el mundo, y de su música surgieron otras agrupaciones como Fulanito o King África, entre otros.
“Casi todos los días nos dicen que somos un ejemplo a seguir”, confesó Torres, el más joven.
“Miedo a la diversidad”
Los sonidos de Proyecto Uno tienen identidad propia, es por eso que lamentaron que haya artistas cuya música “suene toda igual”, declaró Zapata diciendo que cree que “hay un poco de miedo a la diversidad” y que eso es culpa de las disqueras.
“No sé si de eso tengan la culpa los sellos discográficos que quieren un sonido entonces todo el mundo tiene que grabar el mismo sonido”, dijo Zapata quien motivó a los jóvenes a experimentar y a expresar lo que sienten a través de su música.
‘El Tiburón’, en palabras de Zapata, es “una canción atípica” porque dura más 5 minutos.
“Hoy en día si una canción dura más de 2:45 a los productores les da un ataque al corazón”, afirmó y agregó que si hubiera salido hoy, no hubiera sido el éxito que fue porque a las canciones por su duración “no les da tiempo a madurar y sazonarse”.
El éxito que revolucionó la música latina en la década de los 90 salió en el 93 pero no fue hasta dos años después que llegó a ser número uno en España y México: “Así fue que tuvo el privilegio de poder madurar entre los oyentes”, aclaró.
Sin esos 5 minutos, no hubieran podido incluir las clásicas partes como las de “un poquito más suave” o “con la mano arriba”, y entre risas los tres afirman que “sino la canción hubiera sido “chocolate, chocolate” y se acabó”.