SANTO DOMINGO.- Manifestantes de Haití mantienen bloqueado el paso fronterizo con la República Dominicana, en protesta contra las expulsiones masivas de sus connacionales.
Por tercera jornada consecutiva, el acceso de Ouanaminthe al país vecino fue soldado para denunciar el trato inhumano que las autoridades dominicanas infligen a los indocumentados y las deportaciones que, a su juicio, irrespetan los derechos humanos.
El cierre fue impulsado por varias organizaciones de la sociedad civil en Ouanaminthe y municipios vecinos del departamento Nordeste que piden a las autoridades vecinas que se disculpen públicamente.
Desde el lunes las actividades están suspendidas en el punto fronterizo, incluido el mercado binacional, además que decenas de camiones de mercancías se encuentran varados en el paso aduanal.
Las deportaciones de haitianos desde Dominicana se intensificaron en los últimos meses y organizaciones de derechos humanos denunciaron el trato inhumano y degradante de los indocumentados por parte de las autoridades migratorias.
Solo en octubre más de 14 mil 800 migrantes fueron devueltos a Haití en medio de una ola de deportaciones que conmocionó a la sociedad.
El Gobierno de Puerto Príncipe calificó de vergonzoso e inhumano el trato de sus connacionales y consideró que la situación empala la imagen de Santo Domingo en todo el mundo, además de poner en peligro el espíritu de paz y armonía que debe guiar la relación entre los dos países.
Aunque la Cancillería reconoció el derecho soberano de República Dominicana de regular los flujos migratorios dentro de su territorio, pidió que sus nacionales sean tratados con respeto a la dignidad humana.
Por su parte, la Oficina de Protección del Ciudadano, organismo estatal que vela por los derechos humanos, sugirió al Gobierno dotar de recursos a la Oficina Nacional de Migración para tratar los asuntos de los retornados sin dificultad y buscar el apoyo constante de la Oficina del Alto Comisionado para los Refugiados para abogar por el respeto de las normas internacionales República Dominicana.
La organización condenó los numerosos actos de brutalidad y represión que violan los instrumentos internacionales de protección de los refugiados, así como el maltrato de mujeres y niños en territorio dominicano.