Los días pasan, el cuerpo aguanta, la mente sufre y los ojos lloran. Es este el diario vivir de gente trabajadora que, así como el sol, sale cada día a trabajar con la ilusión de poder conseguir el pan para llevar a su mesa, pero que, de vez en vez, como diría Arjona, su propósito se ve tronchado por desaprensivos que, al parecer, se han adueñado de las calles del país, realidad de la que Nagua no está ajena.
Unos 18 asaltos hemos registrado en la redacción del Naguero en los últimos diez días, a partir de informaciones recogidas y denuncias recibidas, todos ejecutados en esta ciudad de Nagua y aún no se tiene información de un solo detenido por estos hechos.
El más reciente atraco, perpetrado en la calle Mariano Pérez en la tienda Dauri Sport, es un hecho que debe llevarnos a un nivel de alarma mayor y que real y efectivamente pone al desnudo los niveles de inseguridad que en la actualidad estamos viviendo, y a esta situación hay que hacerle frente y pronto.
¿Vamos a esperar que pase a mayores o terminarán de comprender los directivos de la Policía Nacional que es necesario el aumento del patrullaje en nuestras calles? ¿qué hará falta para que los organismos de seguridad comprendan que se necesitan operativos en puntos estratégicos y horas claves para comenzar la vuelta al orden y devolverle la paz a Nagua?
La delincuencia no puede seguir ganando terreno y las autoridades no deben permitir que la población siga alimentando ese sentimiento de desprotección que de por sí ya se tiene.
No sabemos si la “mano dura” sea necesaria, pero de lo que estamos claros es que se necesita más acción contra la delincuencia y que la paz sea devuelva a las calles de nuestro pueblo de Nagua
Hagamos algo, que aún no es tarde.