KIEV.- La fiscal general ucraniana, Irina Venediktova, ha informado de que se han contabilizado un total de 410 cadáveres en las zonas recuperadas en los últimos días por las fuerzas ucranianas en la región de Kiev.
«Hasta ahora se han retirado 410 cuerpos de civiles asesinados en los territorios de la Región de Kiev entre el 1 y el 3 de abril, de los que 140 han sido ya examinados por fiscales y otros especialistas», ha explicado Venediktova en un comunicado oficial publicado en Facebook.
En estas zonas de las que se han retirado las tropas rusas «hay evidencias de brutales crímenes de guerra de la Federación Rusa». «Esto es un infierno. Tenemos que documentarlo para castigar estos actos inhumanos perpetrados en nuestra tierra», ha apuntado la fiscal.
Venediktova ha destacado que estos crímenes serán juzgados en tribunales nacionales e internacionales y ha recordado que desde el primer día de la guerra la Fiscalía General ha estado trabajando en el proceso por genocidio del pueblo ucraniano por parte de la dirigencia política y militar rusa y ha señalado en particular las acciones rusas en las regiones de Kiev, Járkov, Sumi, Chernigov, Lugansk y Donetsk.
Las regiones recuperadas por las fuerzas militares ucranianas están siendo divididas según una cuadrícula y en cada uno de los sectores hay trabajando grupos operativos con fiscales, investigadores, policías, forenses, técnicos en explosivos y perros entrenados.
En lo que respecta a la ciudad de Bucha, «hay más de 50 miembros de la Policía Nacional y fiscales trabajando en una investigación urgente en el distrito» y se espera incrementar el personal «para garantizar una recolección de pruebas de crímenes de guerra lo más rápida y eficaz posible».
«Los fiscales, investigadores y expertos forenses están trabajando constantemente en la oficina forense realizando pruebas de ADN, autopsias y recogida de muestras», ha indicado.
Igualmente se está trabajando en la recopilación de testimonios de vecinos, víctimas y recopilando pruebas en forma de fotografías y grabaciones de vídeo. «Es un trabajo delicado y concienzudo. La gente tiene miedo, está cansada y han sufrido un horror inenarrable», ha resaltado.
Venediktova ha destacado que «hay colas de gente que quiere ayudar a las fuerzas de seguridad a documentar estos crímenes» y ha recordado en especial a estas personas que viven en las zonas investigadas que «toda el área está considerada una escena de crímenes» y que en muchas de estas zonas hay minas y munición sin explosionar.