Hace apenas unos días que era informada la nación de una iniciativa que busca levantar unos 160 kilómetros de muro en la frontera con Haití. Un polémico proyecto ejecutado por el presidente Luis Abinader y que fuera centro del discurso de conservadores y nacionalistas de República Dominicana en el proceso electoral pasado.
Y es que la obra comenzó a levantarse, sin siquiera analizar si el hacerlo, resolverá de una vez y por todas los problemas que allí existen, o si logrará “controlar”, aunque sea mínimamente, la migración ilegal y el crimen organizado que allí opera.
El muro se inició, y al parecer, quienes propugnaron por el en campaña y quienes hoy ejecutan la obra desde el gobierno, no han entendido que los mismos materiales con los que se construyeron las puertas que dividen ambas naciones, son los mismos que serán usados para levantarlo y ello no impedirá que las razones que motivaron su construcción sean resueltas.
Las mafias que trafican con personas, el negocio del narcotráfico y la venta ilegal de armas que se da en esas zonas no lo impedirá ese muro o verja que se levanta en zonas fronterizas, las condiciones que permiten que todo esto se de son otras, y deben ser atacadas de raíz si de verdad se quiere solucionar.
Los chelitos del muro se pudieron invertir en combatir las condiciones favorables que se dan en la frontera para que desde allí operen las mafias del tráfico de drogas, la venta ilegal de armas, la trata de personas, etc., piénsenlo bien, porque aún se está a tiempo.
Por Amaury Reyna Liberato
Jefe de redacción del naguero.com
Redes Sociales @amauryreyna
roberto@amauryreyna.com