Recuerdo que cuando inicié a estudiar psicología, uno de los primeros nombres que se fijaron en mi memoria fue el de Sigmund Freud, al extremo de que en ocasiones me preguntaban quién era el padre de la psicología y de forma automática y errónea contestaba: “Sigmund Freud”. A todo este fanatismo se le suma la pasión que desarrollé por la hipnosis; al igual que muchas personas, creía que los psicólogos eran una especie de adivino con capacidades especiales de leer la mente. Debo confesar que se produjo en mí una gran decepción al descubrir dos cosas: primero, que los psicólogos no pueden leer la mente y segundo que Freud terminó sustituyendo la hipnosis por la asociación libre.
El avance en mis estudios me hizo entender el carácter científico de la psicología y sobre todo que las concepciones de Freud en cuanto a la hipnosis no eran del todo erróneas, una muestra de esto es que, a casi dos décadas de la muerte de Freud, el psiquiatra norteamericano Milton Erickson se convierte en el hipnotista más afamado del mundo. Aunque las técnicas sufrieron algunas variaciones, pero el fundamento es el mismo, logrando resultados interesantes de mucha trascendencia y muy apegados a la ciencia.
Para ofrecerle al lector una idea general de lo que hablo presentaré una definición de hipnosis según Erickson: “es un estado especial de la conciencia, en donde el sujeto está más receptivo a la presentación de ideas, está abierto a sus recuerdos”.
Mientras la persona esta receptivo a las nuevas ideas es la condición ideal para realizar el cambio de paradigma, de manera que pueda despertar con una nueva percepción del problema o de la situación en la que estaba cuando vino a vernos.
La hipnosis no es un sueño, aunque las personas parecen estar dormidas. La hipnosis es un estado natural de los seres humanos. Cada vez que llevamos actos inconscientes mientras que simultáneamente nuestra mente se encuentra ocupada, nos encontramos en un estado de auto-hipnosis.
Hay quienes aseguran que un sinnúmero de veces al día pasamos por estado hipnótico. ¿Te has pasado que mientras conduces a tu casa has planeado detenerte en algún lugar?, por ejemplo, en la farmacia y sucede que le pasa por el frente y cuando llegas a tu casa te dices a ti mismo; ¡Dios mío, en que estaba pensando! No me paré en la farmacia. Es posible que te haya pasado que mientras te encuentras frente al computador en tu trabajo, un compañero va y te habla de algo y luego vuelve y te dice: “lo que te dije ahorita, vamos hacerlo ahora” y tú responde que él no te has dicho nada, a lo que el compañero contesta que tú dijiste que si cuando te hizo la propuesta. No se trata de que lo olvidaste, es que respondiste en un estado hipnótico.
Durante la hipnosis se da una suspensión momentánea del consciente que está ahí como un guardián y no nos deja pasar. ¿Entonces qué hacemos? Lo distraemos mandándolo a la montaña, al bosque, a escuchar el agua del rio correr, a observar una vela, un péndulo, con música, observando un punto fijo, con el tono de mi voz y con el lenguaje corporal. Cuando el consciente está distraído, entonces nosotros podemos traspasar la facultad crítica y entrar al subconsciente hacer las modificaciones en el comportamiento del individuo.
Dentro del subconsciente es donde están las creencias, esquemas, paradigmas, conceptos, hábitos, positivos y negativos; estos no se quitan, se sustituyen por los que deseamos, pero siempre estarán anclados a las creencias y principios del individuo bajo sugestión.
Cuando se consigue la fijación de la atención utilizando herramientas verbales y no verbales, es el momento correcto para empezar a suministrar sugestiones ya que en esta condición se debilitan los esquemas conscientes.
La hipnosis es una de mis técnicas preferidas al momento de realizar una intervención psicológica. En la actualidad tiene una gran utilidad tanto en la psicología como en la medicina, obteniéndose muy buenos resultados en el manejo del dolor, control de peso, adicciones, el tratamiento del intestino irritable, abandonar fobias, entre otras condiciones. Cabe resaltar que en muchos países es utilizada como anestesia. Sin duda alguna la hipnosis cuenta con base científica y resultados muy palpables.
Por: Esteban Jáquez Hernández MA.
Psicólogo clínico y de la salud, con entrenamiento en hipnoterapia.
Director de la Escuela de Ciencias de la salud y Psicologia de la Universidad Abierta para Adultos (UAPA) Recinto Cibao Oriental Nagua.
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