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Altice y el robo de identidad en sus tiendas de celulares ¡La gran estafa!

El seis de febrero del presente año entró en vigor una nueva resolución que se sumó a la 92-12 del Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones y que establece nuevos requerimientos y controles al momento de registrar teléfonos celulares, todo para tratar de evitar activaciones de equipos robados.

Desde entonces, las telefónicas han implementado normas que obligan a las y los requirentes de los servicios telefónicos a presentar su carnet de identidad o cedula y quienes, al momento de contratar algún servicio, deben ser fotografiados con la misma justo al lado de su rostro.

Pero, ¿se estará realmente cumpliendo con estas normas y supervisando que las mismas se cumplan a cabalidad? ¿Estarán las telefónicas supervisando que no se estén haciendo activaciones de aparatos celulares sin la debida documentación y permitiendo el robo de identidad de las y los ciudadanos?

Recientemente me vi obligada a visitar las oficinas de la empresa Altice en la ciudad de Nagua. Allí fui a hacer unos cambios de un servicio telefónico que habría contratado hace alrededor de un año. Cuando se procedió a hacer la consulta del servicio, el agente que estuvo atendiéndome me informa que, a parte del teléfono que reporto, tengo otros servicios activos y que los mismos entraron en funcionamiento en octubre pasado, justo en momentos en los que ni siquiera me encontraba en el país.

Y fue en ese momento cuando las interrogantes hechas anteriormente, encontraron todas y cada una de las respuestas.

Un total de tres servicios telefónicos habrían sido activados con mi nombre y número de cedula en San Francisco de Macorís, todo esto sin la debida documentación en mano, puesto que, quien activó los números telefónicos, se supone que debieron haberle tomado una fotografía con la cedula, cosa que no sucedió, pero que si tuve que hacer yo al solicitar el cambio de plan y servicios que había ido a solicitar a mi proveedora telefónica, en el momento en el que sorprendida quedaba por tener con ellos habilitada líneas que no conocía.

¿A quién le habrán tomado la foto? ¿Cómo habrán conseguido mi cedula y logrado que un agente de altice le activara un servicio con una documentación que no correspondía a quien realizó dicha operación?

La acción misma deja más interrogantes que las respuestas que el propio altice nos ofreciera al momento de iniciar un proceso de denuncia por fraude, mismo que, les aseguro, tendrá que encontrar respuesta en los tribunales de este país, puesto que, no quisiera imaginar las cosas que a través de estos se pudieron estar haciendo y/o hablando y que, gracias a Dios y la atención temprana del caso, no representará, espero, ninguna responsabilidad penal sobre mí.

No quisiera imaginar cuantos casos de este tipo estarán pasando en la actualidad en República Dominicana. Lo cierto es que, este en particular, pone en evidencia que no son más resoluciones o leyes lo que se necesitan, sino aplicar y supervisar la aplicación de todo el marco legal que ya existe para evitar que esta mala practica siga sucediendo. Mientras tanto, a usted y a mi lo que nos resta es velar porque nuestros documentos no estén siendo utilizados por desaprensivos, confabulados con personal de una empresa que, al parecer, nadie supervisa.

¿Suplantar identidad de una persona? ¡Las responsabilidades penales tendrán que ser establecidas y el peso de la ley habrá de caer sobre las personas y empresas responsables de este hecho; prestadoras de servicios que, al parecer, por dinero son capaces de tolerar que todo pase sin medir consecuencias!

Todos tendrán que responder, en su momento, pero lo harán ¡Impune es que no quedará! Tendrán que responder, como sea.

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