El presidente Joe Biden anunció el martes que ordenó liberar 50 millones de barriles de petróleo de las reservas estratégicas de Estados Unidos, en un intento coordinado con otros países para reducir los crecientes precios del combustible.
«Esta decisión se tomará en paralelo con otras naciones consumidoras de energía importantes, como China, India, Japón, la República de Corea y Reino Unido», dijo la Casa Blanca.
La iniciativa conjunta, presentada como inédita por los estadounidenses, busca que con el aumento de la oferta los precios bajen de forma mecánica.
Las reservas estadounidenses son el suministro de emergencia más grande del mundo.
Según un alto funcionario, la liberación comenzará entre mediados y fines de diciembre, y es posible que se produzcan nuevas intervenciones para estabilizar el mercado, «en respuesta a una pandemia única en el siglo».
«Como ha dicho el presidente, los consumidores están sufriendo ahora en las estaciones de servicio», dijo el funcionario.
«El presidente está listo para tomar acciones adicionales si es necesario y está preparado para usar toda su autoridad, trabajando en coordinación con el resto del mundo para mantener un suministro adecuado a medida que se deja atrás la pandemia», agregó.
Los precios ya han venido bajando cerca de un 10% en las últimas semanas. Pero funcionarios replicaron a Biden al asegurar que pese a que caen los precios del crudo, los de la gasolina solo han subido para los consumidores finales.