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Violencia de Género, la pandemia de siempre

¡La violencia sigue siendo el pan nuestro de cada día y las propuestas para hacer frente a este flagelo escasean! Son múltiples los casos de violencia de género que se han ventilado en estas últimas semanas y que han desencadenado en el homicidio; lo que refleja el extremo a la que esta está llevando a quienes cometen estos hechos.

Desde Macorís hasta Pedro Brand y pasando por nuestro hermano municipio de Cabrera, la sangre ha corrido por nuestras calles, tan solo recordar el hecho en el que una menor de 16 años fuera brutalmente asesinada, torturada y violada y que hasta el momento no se sabe bajo qué circunstancias en específico sucedió, ni quien o quienes cometieron el hecho, son razones más que suficientes para que comencemos a exigir que pasemos de las palabras a los hechos, que de una vez y por todas se comiencen a construir respuestas concretas e integrales a problemas que a todas las luces, hasta de las manos se nos ha salido y no solo gobierno, sino también como sociedad.

¿Qué más tendrá que pasar para que como gobierno y sociedad comencemos a hacer frente a los factores que generan la violencia? ¿Cuántas vidas más tendremos que contar como víctimas de la violencia para que comencemos a darle importancia a aquello de deconstruir conductas y construir nuevas, incluida en esta práctica la construcción de una nueva masculinidad?

¡Caramba, hace falta algo mas que palabas bonitas de un discurso y que terminan plasmadas en proyectos de programas de lucha contra la violencia que de paginas impresas y de muchas intensiones no pasan!

Es muy penoso que veamos a diario situaciones como éstas que devienen en hechos de sangre y es más penoso aún saber que, producto de ellas, se dejan niños huérfanos, porque también esos niños están perdiendo a su padre quién es el autor de la muerte de su madre y de un hecho que permanecerá en la memoria de la sociedad y que Facebook recordará siempre.

Los hechos sucedidos en Pedro, pero, sobre todo, el que más de cerca nos toca, el de Cabrera, nos obliga a preguntarnos, ¿Qué nos está pasando? No podemos formalizar la violencia, no podemos permitir que la sociedad vea los homicidios de esta índole como si fuera algo habitual y que ni siquiera indignación provoque, debemos despertar y empoderarnos como entes preocupados por tener una sociedad mejor, por preparar a nuestra descendencia para que puedan vivir sin temor, con humanidad y sobre todo con seguridad y respeto por sí mismos y los demás.

Necesitamos familias sólidas, que eduquen a sus miembros, que inculquen valores y principios y que velen siempre por una sana educación de sus miembros. Necesitamos mucha ayuda psicológica, eso sí que se debe normalizar, normalicemos buscar ayuda, usemos los psicólogos que para eso están.

Asimismo, necesitamos un sistema de justicia más rígido, con un régimen de consecuencias severo, ya que al actual sistema de justicia se le ha perdido el respeto, quedando esto evidenciado con todos los casos de violencia, por ejemplo, estos que hemos mencionado, Y muchísimos más que se podrían mencionar, y que están latentes en los ciudadanos de esta sociedad.

La violencia hoy ya se ha convertido en pandemia y si no le hacemos frente pronto, poco será lo que queda de una sociedad que debió se construida por y con amor por unos a otros. ¡Detenemos la violencia o los violentos acabarán con nosotros y luego se exterminarán entre sí, despoblando la isla!

¿Es eso lo que queremos? ¡Reflexionemos!

Indiana Vásquez
Residente en Nagua, comunicadora.

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