Es un hecho irrefutable que, los viajes ilegales hacia la isla de Puerto Rico, habían mermado en el último lustro, esto motivado por la crisis económica que viene arrastrando este vecino país, fruto del endeudamiento desenfrenado al que se vio abocado y que lo llevó a la banca rota. Sumado a todo esto los efectos negativos para su economía que suponen los embates de un huracán como el de María, que en el 2017 le golpeó bien fuerte, situaciones a las que hacía frente y que, cuando creía que las cosas mejorarían, debieron enfrentarse a los sacudiones que provocaran varios sismos y que los volviera a condenar a mayores dificultades hasta estos días.
Y muy a pesar de todo a lo que he hecho referencia anteriormente, me luce que, para algunos de mis compatriotas dominicanos, es más fácil convertirse en posible alimento de tiburón que ser valiente y hacer frente a una crisis que no solo nos empobrece más cada día, sino que también nos obliga o condena a vivir con el estómago pegado de las costillas.
Tal parece que en los últimos meses los viajes ilegales hacia Puerto Ricos han vuelto a ser para muchos de nuestros compatriotas una forma de lograr el sueño de pisar territorio estadounidense. Esto debido a una crisis económica que ya tenemos encima, crisis fruto de una pandemia, y la fragilidad económica que caracteriza a la clase baja y media baja. Un sistema económico basado en empleos con sueldos vergonzosos, que no permiten siquiera cubrir el 70% de la canasta básica familiar.
Los compatriotas que arriesgan sus vidas para navegar en una débil embarcación hacia Puerto Rico, corren con el riesgo de morir en la travesía, la cual es bastante compleja por las inclemencias del clima, y por las condiciones inhumanas y peligrosas en las que se dan estos viajes ilegales. Lo pienso y las ideas que vienen y van a mi mente me engrifan la piel, las cuestionantes son múltiples, al final termino preguntándome y preguntándole ahora a ustedes, ¿Valdrá realmente la pena arriesgar tu vida por pisar la tierra boricua de Tego Calderon, Tempo, Daddy Yankee, el Gran Combo y la Puerto Rican Power?
En los últimos meses hemos visto los titulares qué hablan de embarcaciones que zozobran en su intentona de realizar tan épica travesía. De estos aprendices de navegantes pocos sobreviven cuando el inmenso mar decide poner fin a su viaje, pero no sólo a su viaje, también a sus vidas, las cuales se pierden en el medio del tortuoso camino que sigue la ruta de El Canal de La Mona.
Pero el mar, como si fuera una advertencia de vez en cuando nos arroja los restos de los cadáveres de los intrépidos pero desdichados viajeros. Esos cuerpos llegan a nuestras costas, quizás, con la intención de advertirnos sobre lo peligroso que puede llegar a ser poner tu vida en manos de un improvisado “capitán”, el cual usualmente es alguien de débil reputación, o quizás con una buena reputación en el bajo mundo.
La República Dominicana tiene una deuda eterna con nosotros los dominicanos, una deuda que consiste en crear un país en el cual todos, sin importar nuestro nivel social tengamos la confianza de que si trabajamos duro, podremos salir adelante, sin tener que abordar la lancha de Ramón Viajes.
¿Viajar en Yola? ¡Piénselo dos veces, porque siempre será mejor opción luchar en tu tierra por lo que anhelas, que terminar siendo todo aquello que durante un buen tiempo anheló un tiburón y al que tú, al zozobrar tu yola, terminas por convertirle su sueño en realidad!