Desde mi óptica la creación del Tribunal Constitucional fue uno de los principales aciertos de la Constitución del 2010, entre otras importantes decisiones. Era imprescindible que naciera un órgano que pusiera control al poder y que actuara como un garante de la supremacía constitucional y de los derechos del ciudadano.
En estos nueve años al TC ha sobrepasado las expectativas, produciendo sentencias que han consolidado el sistema democrático del País, en el ámbito electoral, político, social, institucional, medio ambiente, protección de los derechos de los sectores vulnerables (mujeres, niños, envejecientes, discapacitados, minorías). Pero sobre todo es importante destacar que ha fijado de manera clara los límites del poder que se detienen donde comienzan los derechos ciudadanos reconocidos por la Constitucion.
Sus casi 6 mil sentencias son la mejor expresión del trabajo sostenido en el tiempo, que aún la Pandemia no fue obstáculo para la realización de una labor nacida del compromiso con nuestra Nacion. Ese equipo de jueces impolutos y agnegados, capitaneados por un excelente líder, es lo que ha permitido que al día de hoy sea el órgano mejor valorado por la sociedad, gozando de una legitimidad como nunca en nuestra historia había ocurrido.
Loor a todos los jueces fundadores del Tribunal Constitucional y a los 4 magistrados que se integraron con la primera renovación. Se han ganado el respeto y admiración no solo del País, sino de la juridicciones constitucionales internacional. Son un ejemplo que demuestra que no todo está perdido, que es posible administrar justicia con equidad, imparcialidad, calidad y autoridad.
La comunidad jurídica nacional es muy vigilante, crítica y estudiosa de todo lo que emana de los órganos que administran justicia, por lo que cada una de las miles de sentencias del TC, fueron examinadas y sometidas por esta a la más rigurosa evaluación. En sentido general si partimos de las opiniones y críticas de esa exigente comunidad jurídica, el TC obtuvo una muy alta calificación.
Otro aspecto que es importante destacar es que por la naturaleza de nuestra Nación, todos los órganos en algún momento son sometidos al escrutinio de la opinión pública, sin alcanzar el grado de cresibilidad y aprobación que ha conquistado el Tribunal Constitucional, lo cual es fácil de comprobar con una ligera revisión de nuestro histórico reciente.
Es de justicia reconocer de manera especial a quien desde un principio ha sido el guía, el timón, el coordinador e inspirador de un equipo que ha dejado un legado a imitar para todos los dominicanos y dominicanas, me refiero a su Presidente; Dr Milton Ray Guevara, un ser humano que además de sus dotes intelectuales y de ser un gran constitucionalista, es un excelente gerente, con una fina sensibilidad y solidaridad social.
El Dr Ray Guevara en la conducción del Tribunal Constitucional en estos nueve años, en su segunda renovación del Pleno fundacional, puede exhibir grandes logros, por lo que debe sentirse honrrado de ser el principal responsable de que el TC haya obtenido el reconocimiento nacional e internacional y con ello la más alta calificación que otorga la opinión pública de una merecida y bien ganada +A.
Por: Luis Estrella