El Modelo de Gestión Penitenciaria informó que ante el rebrote de la COVID-19, incrementó las medidas de prevención y control en los centros de corrección y rehabilitación, en cumplimiento estricto del protocolo de la Organización Mundial de la Salud, la Organización Panamericana de la Salud y el Ministerio de Salud Pública.
La entidad detalló que, ante la actual situación sanitaria y las disposiciones establecidas por decreto del Poder Ejecutivo para contener la pandemia, reforzará los controles sobre el lavado de manos y el uso obligatorio de mascarillas, además de que dispondrá de termómetros digitales para la toma de temperatura corporal a toda persona autorizada a ingresar a los recintos.
Igualmente, se habilitarán lavamanos con jabón de cuaba a la entrada de cada centro y se dispuso que, al momento de ingresar mercancías, estas deberán ser debidamente desinfectadas para su posterior almacenaje. También, deberán ser desinfectados todos los vehículos que ingresen a cada establecimiento.
La coordinadora nacional del MGP, Hilda Patricia Lagombra, resaltó que, durante todo el embate del coronavirus en el país, los centros de corrección y rehabilitación han desarrollado efectivos protocolos de prevención, atención y mitigación, con cero fallecimientos.
No obstante, advirtió, se hace imperativo reforzar las medidas de seguridad sanitaria ante el rebrote de la COVID-19, cuya positividad ha aumentado hasta el 17.6% en las últimas cuatro semanas, según el Ministerio de Salud Pública. Los informes oficiales reportan 2,043 contagios en las últimas 24 horas, con un acumulado de 175,374 afectados y 2,419 muertes a la fecha.
Como parte de las nuevas medidas, las autoridades del MGP limitarán el acceso a los centros al personal autorizado y estrictamente necesario y mantendrá las disposiciones de trabajo remoto supervisado para los colaboradores vulnerables, incluyendo mayores de 60 años, mujeres embarazadas o en proceso de lactancia y aquellos con condiciones críticas de salud.
A partir del miércoles 6 de enero de 2021 y hasta nueva disposición de los superiores, el personal de seguridad tendrá cambios de guardia cada 15 días, debiendo aplicársele prueba rápida previa a la guardia entrante antes del relevo del servicio.
Tanto el personal médico como el de seguridad mantendrán el uso de trajes de contención sanitaria, batas, gafas, guantes y botas. Además, deben tomarse las medidas necesarias para alimentar a esos privados de libertad, manteniendo siempre utensilios debidamente higienizados y asignados de manera fija.
En esas áreas de cuarentena, el personal de seguridad estará fijo allí para evitar el contacto con otros internos e impedir así el contagio de la población recluida en las áreas de acceso de menos restricción. Al salir del recinto, los colaboradores deben permanecer en sus hogares en modo de cuarentena.
En busca de potenciar el alcance y los beneficios de estas medidas, las autoridades del Modelo de Gestión Penitenciaria prevén socializarlas con jueces de Ejecución de la Pena, fiscales, defensores públicos, representantes de los derechos humanos, líderes de las iglesias y capellanes generales de prisiones.