Hoy más que nunca el PLD debe volver al 1973 y no sólo a mirar atrás el periodo de su fundación política, sino también a estudiar las razones que dieron al traste con su creación, porque solo así, quizás, pueda volver a reencontrase consigo mismo y de paso, retomar el camino del que hace un tiempo se habría desviado.
Tan solo por citar un ejemplo, y que pudiera ayudarnos a entender, en algunas de sus partes, el contexto actual que vivimos en el Partido de la Liberación Dominicana, bastaría con volver a leer la entrevista que Víctor Grimaldi le realizara a Juan Bosch y que fuera publicada el 2 de diciembre del 1973, en el que el propio Bosch establecía que, en ese momento, no habían diferencias entre un Partido de Cuadros y uno de masas, citando como ejemplos al Partido Comunista Francés y el Partido Comunista Italiano, ambas organizaciones en ese momento convertidas en Partidos de cuadros y masas simultáneamente.
Puede que para ese entonces no existiera una diferencia entre las organizaciones de masas y cuadros, sin embargo su realidad es muy distinta hoy, al igual que la calidad y carga ideológica de sus miembros. Miremos al PLD frente a su propio espejo y lo comprenderemos.
¿Recordarán algunos lo que fuera el PLD durante su proceso de construcción, las bases que se lograron sentar en ese proceso y que lo llevó no solo diferenciarse de las demás organizaciones políticas de entonces, sino también a construir las bases que le permitieron convertirse en una de las organizaciones más exitosas de los últimos 20 años? Si lo pudieran recordar, entonces sabrán hacia dónde habrá que volver y el camino que habría de recorrer en el Partido si de verdad quisieran verle levantado nueva vez.
Y es que, a partir de esa realidad que planteamos en retrospectiva y mirando los acontecimientos del presente con perspectiva de futuro, las decisiones tomadas recientemente obligan a los que sí forman parte de la base del Partido a repensarse a sí mismos y verse en el espejo que les corresponde al mirar los procesos que por delante tienen.
El pasado domingo, la dirección política del PLD dejó conformada la Comisión Organizadora del IX Congreso Ordinario que llevará por nombre José Joaquín Bidó Medina con la designación de representantes del Comité Político, agregando, como un ingrediente nuevo a lo que hemos visto en el pasado a miembros del Comité Central y la base partidaria. De los designados cinco son miembros del Comité Político, tres son del Comité Central, y tres suponen representarán la base del partido, de estos últimos, hay mucho de qué hablar.
Cuestionamientos y fuertes críticas han llovido hacia el Comité Político del Partido de la Liberación Dominicana por dichas designaciones, sobre todo en lo que tiene que ver con las bases del PLD.
Y es que al parecer, esos miembros del Comité Político que tomaron dicha decisión olvidaron que el propio Bosch definió sus dirigentes, sus cuadros, como “profesionales políticos” y que “a través de ellos van las consignas y las líneas del partido hasta las masas, como a través de ellos van también hacia la dirección del partido las inquietudes y las preocupaciones de las masas”, dicho esto, cabría preguntar, ¿cómo pudieran servir de canal en el partido aquellos designados como representantes del sentir de un segmento que no representan y que quienes lo conforman no son asumidos como tal por quienes dicen representar?
Cuando analizamos la composición de dicha comisión, en su sentido más amplio, está claro que al votarla en el Comité Político, sus miembros estuvieron cumpliendo no solo con “segmentos poblaciones” según padrón electoral, dígase, mujer, juventud, etc., sino también con personas allí presentes y hasta respondiendo a los propios intereses de quienes forman parte de ese organismo y no intereses que se correspondan con el presente y futuro de la organización política, lo que resulta no solo peligroso para el proceso venidero, sino también para los resultados que el mismo arroje a su término.
En fin, la situación actual generada por la designación de esta comisión plantea un nuevo escenario en la organización, pero además hace lo propio con la razón de ser de la misma, su base, quien en lo adelante tendrá no solo que evaluar a los que nos han dirigido durante tantos años y que por supuesto, muchas victoria han ayudado a construir al Partido, pero que con sus últimas decisiones están terminado por darle la razón a aquellos que plantean que ellos mismos, hace mucho tiempo trazan y establecen estrategias políticas desconectados totalmente no solo de la realidad que vive su organización, sino también de la sociedad misma.
Por Amaury Reyna Liberato.