El pretendido jaque mate electoral a ejecutarse a partir de la publicación de encuestas diseñadas para mostrar posibilidades de un triunfo opositor en primera vuelta, tuvo en un momento inmediato, un fuerte impacto en la siquis de nuestro partido y de la sociedad en general, pero su efecto duró poco.
Ese golpe mediático, impulsado por algunos grupos de poder fáctico tenía como principal objetivo lograr por vía de las estadísticas lo que la oposición no había podido lograr con la política: el posicionamiento de Luis Abinader por encima del 50%+1.
Sin embargo, la sabiduría popular reaccionó ante la manipulación dejándole la fábula construida tras bambalinas a las alucinadas y triunfalistas mentes perremeístas que ya tienen el gabinete repartido y entre ellos se dicen y se saludan como: “ministro”.
Este estado de excitación mental ha llevado al PRM a emplazar a los empleados públicos a recoger sus papeles, pintar las oficinas y entregarlas a los perremeístas, mientras le dicen a la prensa que no aceptarán resultados diferentes a los de las encuestas que le dan ganancia de causa.
Ayer Luis Abinader aseguró en un programa de televisión nacional que no aceptará resultados electorales distintos a sus mediciones. Lo que se pretende es sustituir la voluntad popular expresada en votos, por encuestas ajustadas a su conveniencia, algo así como una encuesto-cracia.
Esta peligrosa narrativa triunfalista no es fortuita, sino que constituye un calculado chantaje a las instituciones vinculadas a la lógica electoral y la propia voluntad popular que el día 05 de Julio revelará la decisión de las mayorías en los niveles congresual y presidencial.
Ante tal maquinación el voto peledeísta debe manifestarse con contundencia en las primeras horas de la mañana del próximo domingo. También es vital que los delegados y encargados de recintos hagan su trabajo con determinación y valentía y que la dirigencia se mantenga activa todo el día.
Al final del día, los votos contados y certificados por los funcionarios electorales y la Junta Central Electoral serán los que revelarán a que organización política ha confiado el país la dirección de su destino, más allá de nuestros deseos y simpatías.
Los peledeístas no somos triunfalistas, como demócratas respetamos las decisiones de la mayoría, por eso, si la oposición resultase triunfante reconoceremos su victoria sin demora, pero sí en cambio es nuestro partido que resulta ganador, el PRM debe saber que el PLD no aceptará chantaje ni ningún tipo de presión.
“Semper fortis”
Por: Arq. Geraldo Fernández