Ahora estoy en casa, tratando de lavar la camisa. He usado jabón, cepillo y un producto químico especial para el caso que hallé en el baño. La mancha no se va. Está ahí, indeleble. Al contrario, me parece que a cada esfuerzo por borrarla se destaca más.
Juan Bosch escribió La Mancha Indeleble desde el exilio y publicado para el 1962. Parecería que lo acaba de escribir tomando en cuenta el panorama político actual que vive nuestro país.
En un intento desesperado y desmedido por regresar al poder, todo lo malo del PRD salió y nació el PRM. Recuerdos históricos llegan hasta nuestra memoria y nos obligan a plasmar en papel aquellos gobiernos de Antonio Guzmán, Jacobo Majluta, Salvador Jorge Blanco e Hipólito Mejía cuyos mandatos han dejado una mancha Indeleble que hoy, la evolución de todos ellos trata sin éxito de borrar.
No basta con decir «el cambio va», porque sabemos que el cambio inició en 1996, interrumpido por un catastrófico y nefasto período de 4 años en el 2000. Hoy, la mancha es más indeleble que nunca, hoy sabemos que son y serán siendo los mismos. Sus actos recientes en los gobiernos municipales así lo demuestran.
El manejo pasivo y hasta torpe por parte de las personas de la mancha, en lo que a la situación sanitaria que atraviesa el país se refiere y los múltiples escándalos que les vinculan al flagelo más destructivo que existe en el mundo, nos confirman que siguen sin estar preparados para gobernar.
Autor.
Dr. Manuel Fernández.