Desde la «Peste antonina» ocurrida en los años (165-180), una infección que se desató en el Imperio Romano tras el regreso de tropas que habían combatido en Medio Oriente y que provocó 5 millones de muertes, hasta nuestros días con la COVID19 o Coronavirus, son varias las epidemias que hemos vivido durante toda nuestra historia y que se ha cobrado la vida de millones y millones de personas alrededor del mundo.
La falta de profesionales de la salud, expertos en su rama y de una amplia comunidad de científicos con los avances tecnológicos con los que contamos hoy, fue aliado natural de estas epidemias ocurridas durante toda nuestra historia, para que se cobraran la vida de mucha gente; y ni hablar del levantamiento de medidas a destiempo, como el confinamiento o cuarentena obligatoria para lograr detener su avance.
Hoy, en momentos en el que el mundo combate nueva vez un enemigo común, la COVID19 o Coronavirus, lucha de la que República Dominicana es parte, vuelve al debate nacional y bajo fuertes cuestionamientos de un sector político del país, la necesidad de extender el Estado de Emergencia para así poder mantener medidas de cuarentena y control de actividades en espacios públicos propensos a convertirse en transmisores de esta pandemia que nos azota.
¿En qué estarán pensando nuestros legisladores y líderes políticos que hoy muestran un desinterés por esas medidas que en su justa dimensión lo único que buscan es evitar que el Coronavirus se siga propagando y cobrando más y más vidas en el país?
Habiendo alcanzado en el mundo la cifra de más de 4millones de personas contagiadas y arribando a la cantidad de unas 300,000 muertes por casos de infección del Coronavirus, y mirando con perspectiva analítica, pero sobre todo crítica hacia ciudades como Italia y Wuhan, en donde por extemporánea reapertura y levantamiento de medidas de confinamiento están viviendo una segunda fase del COVID o rebrote de la epidemia, cabría preguntar entonces, ¿A qué juega un sector de la clase política en estos momentos en República Dominicana?
Y es que, aunque en el país sobre pasamos ya los 10,000 infectados y los fallecidos ya se empiezan a contar a partir de los 400, la curva de contagio comenzará pronto su descenso y continuarán en aumento la cantidad de recuperados, y estos logros alcanzados en esta lucha no pueden ser echados a la basura. Sería hasta cierto punto un desacierto y penosa decisión el hecho de que los Diputados hoy no terminaran de comprender el valor significativo que tiene la necesaria aprobación de ese Estado de Emergencia y la extensión de toques de queda y por supuesto, el llamado a la permanencia en casa, como forma de protección y resguardo de nuestras vidas, única medida que en estos momentos se ve como la más poderosa y efectiva arma de combate a este pandemia.
La aprobación del Estado de Emergencia no puede seguir siendo un tema que se toma con fines electorales y que provoca el enfrentamiento de posiciones politiqueras y oportunistas de la clase política en el Congreso Nacional, mientras recibimos los de a pie, esos embates del Coronavirus. La responsabilidad política impera en estos casos en los que la prioridad debe ser siempre la vida de la gente y en la que hoy más que nunca se requieren de esas restricciones que establecen los estados de excepción.
Seguir jugando a la política en estos momentos, pudiera provocar inclusive, que en República Dominicana vivamos una situación como la que lamentablemente se vivió en Filadelfia, Pennsyvania, donde prematuramente se terminó la cuarentena provocada por la gripe española y fue lanzada una manifestación en contra de las medidas de permanencia en casa. Unas 200,000 personas desfilaron por las calles en esos días de aquel septiembre.
72 horas más tarde todas las camas de hospitales en Filadelfia estaban ocupadas y unas 4,500 personas habrían muerto en un lapso corto de tiempo.
La Gripe española de 1918 causada por el virus de la gripe h1n1 se convirtió en la tercera más letal de la historia de la humanidad. Su tasa de mortalidad superó y por mucho a otras pandemias, se estima que infectó a unos 500 millones de personas en todo el mundo, alrededor de un 30% de la población global.
A ti legislador, a ustedes los políticos, a ustedes ciudadanos ¿Es esto lo que ustedes quieren para República Dominicana en el futuro inmediato?
En días como estos, vivir, pero sobre todo, sobrevivir, implica sacrificios ¿Cómo te prefieres? Libre, pero contagiado y condenado a la muerte o confinado pero saludable, esperando pacientemente en casa para llegado el momento poder ser libre dentro de una nueva normalidad que nos espera, cuando todo esto del Coronavirus comience a pasar.
¡Reflexionemos y demandemos mayor responsabilidad de todos y todas en esta lucha por sobrevivir al contagio por COVID, pero sobre todo a la muerte!