Las manos “milagrosas” del médico William Alejo fueron las que salvaron el brazo izquierdo de la estelar jugadora de la selección nacional de voleibol Brenda Castillo, luego de sufrir un accidente en su automóvil al deslizarse en la carretera de Las Terrenas, Samaná.
Luego de ser atendida en el Centro Médico Internacional por el cirujano ortopeda traumatólogo, Alejo, la pintoresca libero de Las Reinas del Caribe fue trasladada a Santo Domingo, donde fue recibida por el doctor Víctor Figueroa, fisiatra supervisor médico del Proyecto Nacional de Voleibol Femenino, y luego llevada al Centro Médico UCE.
“Lo que ha ocurrido con ella, dentro de lo terrible que significa tener un accidente, ha sido alto digno de agradecimiento, de que le demos el valor que una acción de este tipo tiene, ese médico al que no tengo el honor de conocer, le salvó la carrera a esta muchacha, el que ve las dos radiografías se asombra del trabajo de este señor médico: eso hueso mete miedo verlo, está roto y separado, ¡pero muy lejos uno del otro!; y luego se ve en la segunda placa cuando la encajó e hizo la unión perfecta, todo maestramente ejecutado, apenas se observa una rallita, una pequeñita fisura que hay que detenerse a verla.
“Cuando llegamos al centro UCE teníamos el miedo de las operaciones, pero cuando los doctores vieron el trabajo que había hecho William Alejo, dijeron: aquí no hay nada que hacer, esto está perfectoÖ Se la pueden llevar para la casa”, narró con detalles Cristóbal Marte Hoffiz, presidente y principal padrino del proyecto local del voleibol femenino.
Castillo, quien tenía más de un año fuera del colectivo nacional de voli por motivo de embarazo, venía de agotar una intensa jornada de trabajo con la selección dominicana que culminó la pasada semana con la conquista de la medalla de oro panamericana en Lima, Perú.
La jugadora andaba de paseo junto a su esposo José Martínez, quien salió ileso. Su niña no le acompañaba en el viaje de descanso a Las Terrenas.