Recientemente el ayuntamiento ha anunciado que terminará la reconstrucción del Parque María Trinidad Sánchez y que para esta tarea dispone de un presupuesto superior a los siete millones de pesos. Con ese presupuesto es mucho lo que se puede hacer, en un proyecto que ya tiene prácticamente ejecutados los trabajos de acondicionamiento de terreno, movimiento de tierra, terracerías, muros, jardineras e incluso su glorieta está construida en un 90%.
El presupuesto aprobado y el estado en que se encuentra la obra, donde ya la parte más trabajosa fue ejecutada, le permite al ayuntamiento, y así debe hacerlo, reconsiderar algunos aspectos arquitectónicos y urbanísticos que aportarían valor al proyecto y contribuirían a que con esa inversión, además de terminar el parque, se pueda mejorar muchísimo las condiciones de esa zona de la ciudad afectada por múltiples conflictos urbanos (de uso de suelo, de tránsito, medioambientales, etcétera).
Un poco de historia:
Este parque, construido en el gobierno de Don Antonio Guzmán (1978-1982) fue diseñado para cumplir con tres propósitos principales:
1) Ser un espacio recreativo para la zona suroeste de la ciudad la cual comenzaba a crecer y poblarse rápidamente.
2) Funcionar como primer distribuidor y organizador del tránsito al acceder a la ciudad.
3) Establecer el límite entre lo urbano y lo no tan urbano y a su vez ser la entrada principal de la ciudad.
Situación actual:
Por el crecimiento de la ciudad y el cambio de uso de suelo del entorno del parque (de residencial a comercial) dos de estas funciones se han perdido, quedando solo la función de distribuidor y organizador del tránsito y es precisamente esta faceta que el ayuntamiento debe actualizar, eficientizar y optimizar aprovechando que tiene los recursos para intervenir este icónico espacio público.
El entorno de ese parque y la cantidad de vehículos que circulan a su alrededor, ya no permiten que se realice en el ninguna actividad de sana recreación, sin que esta se convierta en una complicación más para las ya caóticas avenidas María Trinidad Sánchez y Julio Lample.
Por razones obvias, el parque aún después de reconstruido seguirá funcionando como una extensión de las paradas de transporte y de los sindicatos que operan en el perímetro, pues por más que se diga, el ayuntamiento no tiene capacidad para mantener el orden y la integridad del parque como un espacio para la ciudadanía.
La oportunidad:
Entonces, en este contexto, recomendamos al ayuntamiento aprovechar la oportunidad para realizar allí una verdadera transformación urbana, convirtiendo el Parque María Trinidad Sánchez en la Plaza Patriótica María Trinidad Sánchez, que sería un espacio cívico para actividades puntuales, conmemoración o celebración de efemérides, fechas patrias, hablamos de un lugar solemne estilo Plaza de la Bandera.
Una plaza de este tipo aportaría valor a la ciudad y le dotaría de un espacio público que no tiene y que necesita. Al no ser un lugar para sentarse sino para circular, contribuiría a que el tránsito fluya y disminuiría drásticamente la posibilidad de ser utilizado como terminal de transporte o mercado de chucherías.
En cuanto a la necesidad de recreación de los habitantes de esta zona de la ciudad, lo aconsejable es construir parques en los barrios, cerca de la gente y no seguir caotizando dos de las cuatro vías más congestionadas de la ciudad.
Ojalá que el ayuntamiento pondere esta propuesta y aproveche esta oportunidad, el dinero da…
Arq. Geraldo Fernández
Pre-candidato a alcalde (PLD)