El acontecimiento más importante de esta semana será la movilización diversa contra la reforma de la Constitución para habilitar al presidente Danilo Medina como contendiente para buscar la reelección.
Los seguidores del expresidente Leonel Fernández lo harán el domingo en la capital y los adeptos del Partido Revolucionario Moderno (PRM) se reunirán en más de 40 municipios. ¡Todos al grito de no tocar la Constitución!
¿Estas movilizaciones asustarán al danilismo y lo harán desistir de ir a la reforma constitucional para llevar a Danilo Medina como candidato? No lo creo.
Conozco de algunas iniciativas del sector de Danilo para congregar a sus partidarios en varias ciudades, incluida Nueva York, pero son una especie de “visitas sorpresa” en la lucha interna, por lo que hay que dejar que se realicen para ver su magnitud y esplendor probable.
Verdades verdaderas
Por lo visto, aunque parezca isofónico, tengo que repetir algunas verdades verdaderas que los políticos profesionales no captan o aparentan no captar para caer vencidos y no tener que explicarse ante el pueblo dominicano.
Primera verdad verdadera: Al día de hoy no hay fuerza política y social interna -aunque mañana pueda crearse desafiando la cultura política dominicana- con capacidad de detener la reforma constitucional para habilitar a Danilo para buscar la reelección.
Segunda verdad verdadera: Consciente de eso, el danilismo resolvió su problema con el gobierno de Estados Unidos, presidido por Donald Trump, alineándose en contra del gobierno legítimo de Venezuela que encabeza por mandato popular Nicolás Maduro.
Para el trumpismo eso es suficiente para seguir poniendo condiciones y votos al gobierno de Danilo en materia de política internacional y en el Consejo de Seguridad de la ONU, que no sirve para nada, pero es un escenario de propaganda imperial y los vasallos quedan en evidencia.
Un año antes nadie se imaginaría que un gobierno del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) abandonaría a su suerte a Venezuela cuando es objeto de la mayor amenaza de agresión, bloqueo económico y robo abierto de sus recursos por parte de Estados Unidos y algunos países de la Vieja Europa que hoya su sepulcro paso a paso.
Ante el desafío interno de un leonelismo vengativo y la presión de fuerzas externas que si ante ellas no se plegaba tendría que sucumbir, el danilismo optó por pactar con el trumpismo y ahí va, camino recto, hacia la búsqueda de la reelección.
Tercera verdad verdadera: Danilo cuenta con fuerzas suficientes para modificar la Constitución, habilitar la reelección y poner de rodillas a su adversario interno, que no es otro que Leonel, porque hace un tiempo bailaba que “no hay nadie más para sustituirme”, y no solo lo sustituyeron, sino que está a punto de que lo aplasten, y lo peor, sin resistencia.
Pura actuación
Supongamos que Leonel va a congregar cien mil personas y “dos millones de firmas” este domingo en la capital. Perfecto. Un éxito. ¿Y qué? ¿Piensan los estrategas del leonelismo que Danilo va a salir huyendo para una embajada tal como hizo Leopoldo López, el líder entreguista de Venezuela, quien en un hecho insólito llamó a tumbar el gobierno electo de Nicolás Maduro y a la movilización del pueblo y él se puso a buen resguardo en dos embajadas (primero Chile y luego España, dos países que reconocen como presidente a Guaidó?
Ya me canso de repetir que no escribo mis deseos políticos, pero tampoco guiones de cine para embrutecer o encantar a dueños de medios que me dan trabajo para subsistir sin pedir nada a nadie, nunca. Aun así, pese a los aciertos reiterados y consistentes de mis análisis, quienes se creen “acosados por la verdad que expongo”, no escarmientan ni cambian.
Si Leonel reúne cien mil “anti-reeleccionistas” a disfrutar el show artístico y a escuchar su discurso dubitativo contra la modificación constitucional, ¿piensa alguien que este hombre pasará de las palabras a los hechos? Tal vez algunos tengan esa esperanza, yo no, porque la historia es muy aleccionadora.
Los mejores adiestradores de tiro con fusil aseguran que el disparo más certero es el que sorprende al tirador, el que casi se zafa al apuntar y oprimir el gatillo con una paciencia que deleita. ¡En el combate militar, sobre todo cuando lo hace un francotirador, eso es indiscutible!
En la política la cosa es de cara al pueblo, dando el pecho y marchando adelante, para “ver más lejos”, dejando ver la coherencia en todo momento. Aquí no valen las sorpresas ni las anfibologías de “líderes dubitativos”.
Leonel seguirá dejando testimonios y mostrando su popularidad -nadie lo duda, fue Presidente de la República por doce años- pero eso no tiene forma de convertirse en fuerza legislativa para variar la determinación danilista de reformar la Constitución y habilitar a Danilo para que sea el candidato del PLD.
¿Puede y quiere Leonel movilizar a sus seguidores contra la modificación constitucional, en un desafío político directo a Danilo?
No puede y no se atreve y por tanto no lo hará y por consiguiente Danilo no le prestará la menor atención a su show artístico-discursivo. Seguirá como si nada su agenda reeleccionista.
Cuarta verdad verdadera: La oposición dividida y sin un líder carismático, lúcido, sagaz, determinado a luchar, humilde, sin compromisos con los poderes externos, no puede mostrar una verdadera resistencia popular al danilismo y mucho menos un programa de cambios que sea capaz de movilizar a las grandes masas para desafiar la reelección.
En conclusión: Creo, desde lo más hondo de mi corazón, que Danilo tomó un trago amargo para soltar a la Venezuela que tanto apoyó a los gobiernos del PLD, que el PLD apoyó mucho para que solidificara su poder, y sé de qué hablo aunque me limite por convenienciaÖ pero que ante la disyuntiva de dejar el poder para que lo ocupe el leonelismo revanchista, el danilismo prefirió pactar entendidos con Estados Unidos para no exponerse a la venganza local y al asedio externo. Lo desapruebo.
¿Alguien cree que a un poder como el de Danilo se le vence con conciertos clericales y dembow? Yo no.
Una fuerza capaz de hacer retroceder a Danilo en su intento reeleccionista no se ve en el escenario inmediato y nada indica que se presente antes de las elecciones. No es una apología, sino una admisión, porque el poder omnímodo del PLD, ya harta a una parte considerable del pueblo dominicano.
Sus oponentes carecen de lucidez y de determinación política para derrotarlo, y eso no es culpa mía, ni del pueblo, sino de una circunstancia histórica muy explicable, pero yo no soy historiador, sino un mortificador de los encantadores de serpientes.
Hace un tiempo se pensaba que el empresariado y la Iglesia eran feroces adversarios de la modificación constitucional tras las declaraciones de Campos de Moya, operativo del grupo empresarial Vicini, el más vinculado a la política desde Lilís, y la retractación del arzobispo Ozoria, quedan pocas dudas de que los poderes “fácticos” actúan por intereses que el gobierno siempre puede complacer.
¡Cuando pase la tempestad, contaremos las estrellas!
Perspectiva electoral 2020
“¿Alguien cree que a un poder como el de Danilo se le vence con conciertos clericales y dembow? Yo no”.
“¿Estas movilizaciones asustarán al danilismo y lo harán desistir de ir a la reforma constitucional? No lo creo”.
Felipe Ciprián