Cuando pensaba en mi comentario de esta semana y analizaba temas de relevancia local y nacional para abordarlos en esta edición del naguero surgió una noticia que detuvo las prensas. En palacio nacional eran reconocidas mediante el decreto 79-19 14 mujeres de incalculable valía con la medalla al mérito.
Políticas, empresarias, activistas sociales, filantropas, maestras, profesionales y figuras destacadas en el extranjero fueron posesionadas de este lauro por sus importantes aportes, trascendentales me atrevería a decir. Personalidades como Ana Contreras, Sofía Khoury y Dulce Medrano mujeres destacadas en labor comunitaria, educación y filantropia adornaban este decreto pero al leer el Renglón «Maestra Rural» un nombre saltó a la vista y cual cerveza al congelarse me frizó de a poco; me erizó.
Una maestra a la que en 1994 me presentaron como tía. Una estrategia de mi padre, el Dr. Juan Fabio López Frías, que no tenía otro interés más que generar confianza, empatia, pero sobre todo respeto. Mi profesora de siempre, madre de miles, y por varias décadas directora de la escuela básica Eliseo Grullón, me refiero a la maestra Librada Hernández. Mujer de carácter que condujo con una combinación suigeneris de amor y entereza la base formativa de cientos de profesionales y técnicos que hoy prestigian el municipio.
Loor a nuestra querida Librada, contenidos de alegría e inflados por el orgullo celebramos con usted este reconocimiento.
¡Felicidades!