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Explorando terrenos desconocidos

Una de las preocupaciones que invade a los pastores cuando un hijo de la casa está creciendo secular o ministerialmente, es el hecho de que junto a su crecimiento se aumentan los compromisos. Ya no hay tiempo para cosas básicas del servicio en el templo, mengua la asistencia, descuidan la comunicación, muchos salen a explorar un terreno desconocido y no regresan.

Cuando Moisés envió los doce hombres a explorar la tierra prometida, les dijo: «Hagan todo lo posible por traer muestras de las cosechas que encuentren». (Núm. 13:20-NTV)

Al regresar, diez de ellos dieron un informe negativo acerca de los poderosos moradores y lo fortificada que era la ciudad. Dos de ellos se enfocaron en lo que realmente vale la pena anhelar y por lo que vale la pena luchar, los frutos. Ellos no sólo dijeron que la tierra era fértil sino que mostraron las evidencias.

«cortaron una rama con un solo racimo de uvas, tan grande ¡que tuvieron que transportarlo en un palo, entre dos!» (Núm. 13:23-NTV)

Creo que ciertamente como cristianos, como profesionales y como entes particulares debemos crecer, hay experiencias que debemos vivir, hay etapas que debemos atravesar, hay terrenos que debemos explorar. Pero también es necesario que desarrollemos un amor más profundo por nuestra casa espiritual y mayor lealtad hacia nuestros padres espirituales.

Demos la tranquilidad a nuestros pastores de que creceremos, exploraremos terrenos desconocidos y regresaremos. Traeremos los frutos a la congregación, traeremos las evidencias de que nuestro Dios nos ha prosperado en lugares desconocidos y hemos traído los frutos para compartirlos.

Tu que estas en la política, en la justicia, en la milicia, en áreas ministeriales, etc. Cualquiera que sea el lugar difícil donde estés, por más gigantes que veas y por más fortificada que sea el área o la ciudad, si Dios te ha enviado, alli recogerás los frutos.

«Entramos en la tierra a la cual nos enviaste a explorar y en verdad es un país sobreabundante, una tierra donde fluyen la leche y la miel. Aquí está la clase de frutos que allí se producen. (Núm. 13:27-NTV)

Clara E. Garcia
Es por su gracia.-

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