Vive a plenitud, vive alegre, vive entusiasmado, como quieras, solo… ¡Vive!
Cada día la vida nos enseña que las cosas son como son, a través de la meditación podemos entender que las cosas son y no podemos ponerle etiquetas a las cosas, simplemente hay que dejarlas ser.
Debemos vivir la vida a plenitud, sin importar el pasado y el futuro, porque el tiempo es el instante en el que estamos, el que vives cada minuto, no existe otro, lo demás solo son abstracciones sin una realidad concreta.
Vivir la vida sin miedos, sin perturbaciones, nos llena de alegría y salud; vivir el presente es lo que todos decidimos, pero pocos lo hacemos; vivimos a prisa, el trabajo y el estrés se apoderan de nosotros, aprovechar el instante que vivimos es lo que nos llevará a ser felices y vivir la vida a plenitud.