Cabrera.- Como salida de una escena de película en la que se realiza «un asalto a mano armada», así fue definida la acción que protagonizaran agentes de la Policía Nacional en el Restaurant Plaza Luna, propiedad del empresario Willy Castillo, en el municipio de Cabrera.
«El día jueves 21, estábamos organizando nuestro karaoke, como cada jueves, eran aproximadamente como las 8 de la noche, llegaron 5 o 6 funcionarios y entraron por la parte de atrás y sin ningún tipo de orden se llevaron los equipos de la persona que contratamos para los fines, además de los equipos que tenemos en el primer nivel, área de cafetería para entretener nuestros clientes» así lo relataba empleados el establecimiento.
Al ser consultados sobre si los agentes policiales se encontraban acompañados de algún personal del ministerio público o si contenían alguna orden para ingresar al establecimiento y proceder con la incautación, los empleados que participaron del encuentro con los medios explicaron que solicitaron a los agentes presentar alguna documentación, pero que carecían de la misma.
«Entraron sin mediar palabras y se llevaron todas las bocinas del lugar, sin ni siquiera estas estar encendidas, en vista de que la actividad no había iniciado. Los agentes del la Policía Nacional solo informaron a la administración del lugar que ellos recibieron Orden de un superior que al parecer utilizó el poder para cometer este abuso, ya que no se le notificó, ni mostraron una orden, ni le dieron explicación del porqué este atropello», agregaron.
De su lado el propietario de Plaza Luna el sr Willy Castillo pidió a las autoridades investigar el caso definido por él como abuso policial a la brevedad posible.
«Las autoridades tienen que investigar el caso, en vista de que este hecho parecería más un asalto a mano armada. Entraron y ni dieron explicaciones y espero que esto no vuelva a ocurrir, ya que no es la forma correcta de la Policía Nacional actuar en estos casos», agregó Pérez.
Durante la rueda de prensa fue explicado además que los equipos que habrían sido extraídos sin orden judicial habían sido devueltos días más tarde por los mismos agentes de la Policía Nacional, al tiempo que responsabilizaron a un vecino del hecho.
«Tenemos un vecino llamado Julián Javier que fue quien llamó a un general, porque a él la música le molesta y el Mayor Ramón Acosta Ureña me dijo que lo llamó un general y que el cumplió ordenes», explicaba uno e los empleados.
El propietario de Plaza Luna explicó además que su centro comercial es un lugar Familiar que paga sus impuestos y no merece que tanto el, como el personal que labora y visita dicho centro sea víctima de atropellos por parte de la autoridad.
Por: Amaury Reyna