“En la catedral de sal del municipio de Zipaquirá, departamento de Cundinamarca, se encuentra permanentemente la imagen de la virgen de la Altagracia”
La misa estuvo oficiada por el sacerdote de origen dominicano Gregorio Santana y los cánticos fueron interpretado por la coral Cópel de Bogotá, dirigida por el maestro Miguel Cubillos, con la presencia del cuerpo diplomático encabezado por el encargado de negocios ai Tomás Roa y una representación de la comunidad dominicana residentes en Bogotá.
El presbítero, quien se encuentra realizando estudios en la pontificia universidad Javeriana, al dirigirse a los presentes durante la homilía manifestó que “donde quiera que hay un dominicano lleva en su corazón ese sentimiento de devoción por la virgen de la Altagracia”.
Luego de terminada la celebración eucarística Tomás Roa, agradeció a los presentes su participación en el histórico momento y a las autoridades de la catedral de sal por permitir que la imagen de la virgen protectora de los dominicanos se haya colocado en este lugar tan visitado por turistas de todo el mundo.
“A partir de ahora podemos decir a todos los dominicanos que nuestra virgen de la Altagracia está acá, y la Comunidad Dominicana residente en Colombia, que pueden rendirle devoción y que a la vez es honor para nosotros que nuestra protectora esté en las paredes de esta Catedral.
El cuadro de La Virgen de la Altagracia es obra del pintor dominicano, Manuel Toribio, elaborado exclusivamente para ser donado a la Catedral de Zipaquirá a solicitud del encargado de negocios ai, Tomás Enrique Roa.
La catedral de sal de Zipaquirá
La catedral de Sal de Zipaquirá es considerada como uno de los logros arquitectónicos y artísticos más notables de la arquitectura colombiana, por lo que se le ha otorgado incluso el título de joya arquitectónica de la modernidad. La importancia de la Catedral, radica en su valor como patrimonio cultural, religioso y ambiental.
En 1932, Luis Ángel Arango (directivo del Banco de la República) tuvo la idea de construir una capilla subterránea, impresionado por la devoción que los obreros manifestaban antes de iniciar su jornada laboral, adornando los socavones con imágenes de santos a los que imploraban protección. La tarea de construcción le fue encomendada al arquitecto José María González, con el apoyo del presidente Laureano Gómez, el 7 de octubre de 1950 iniciaron los trabajos de construcción de la catedral, la cual fue inaugurada el 15 de agosto de 1954.